Gran Hotel Spa

Muy buen servicio, sobretodo en la recepción, donde nos facilitaron mucho nuestra estancia. Habitación limpia, y sencilla. Colchón cómodo. El spa pequeño pero muy bien, con muchos servicios. En general muy buena relación calidad precio.

Habitación pequeñísima, cuarto de baño inaceptable con dimensiones mínimas la puerta de acceso bloqueada con el lavabo. El desayuno bien, pero la comida la retiraban justo a la hora de finalizar el acceso al comedor sin tener en cuenta si se ha terminado el desayuno.

El restaurante tiene una comida pésima , he ido a una comunión, la comida malísima , mal presentada , unos platos de unas maneras y otros de otro. El producto malísimo , la carne era de saldo , las patatas del día de antes, la bebida caliente. En general todo deja mucho que desear . Una decepción grandísima , cuando había grandes expectativas. Espero que renueven el el personal de cocina porque no saben ni montar un plato .pésimos , no son profesionales .

He viajado mucho en Europa y en el mundo en hoteles de 4 y 5* y para ser un hotel en un pueblo me sorprendió la calidad del hotel y del servicio digno como mínimo de 4*,la atención y del personal bien educado, amabilidad, trato personalizado, profesionalidad que nos ha hecho sentir como en un hotel de 5*, las recepcionistas atentas, las habitacion climatizada, limpieza, camas cómodas y baños modernos, reformados, el restaurante para la comida y cena con una carta variada, muy buena comida y porciones generosas. No había minibar en la habitación, lógico para su categoría. El edificio es histórico, precioso con mármol. El balneario es amplio, no tiene sauna y baños de vapor pero tiene termas y servicios de masajes estupendos. Aunque está pegado al hotel, si tuviera acceso directo interior desde el hotel sería aún mejor.Iba con persona con movilidad reducida y las instalaciones están adaptadas con rampas de acceso y ascensor. Tiene parking propio sin cargo dentro del recinto. Volveremos .Lo recomiendo.