Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel

Après un accueil un peu difficile :personne dans cet hôtel ne parle français, nous avons découvert nos chambres plutôt agréables et dotées de télévisions grand écrans mais sans aucune chaîne française tandis qu'il existait des chaînes allemandes,italiennes,autrichiennes et bien d'autres...donc télévision totalement inutile pour nous,d'autant plus que sur toutes ces chaînes aucune ne diffusait de reportage sur les jeux olympiques! Nous avons choisi de dîner dans la gare(nous étions venus fêter un anniversaire) pour commencer nous avons commandé des cocktails,on nous a généreusement apporté une dizaine de chips dans un minuscule ramequin pour quatre personnes afin de les accompagner... Quant au repas qui a suivi il se serait bien passé si le dessert de l'un de nous n'avait pas été oublié. Quand on a demandé au serveur des nouvelles de notre cookie ,les clients de la table voisine se sont aperçus de l'erreur:on leur avait servi ce gâteau alors qu 'ils ne l'avaient pas commandé mais pour ce qui nous concernait le serveur nous a dit que c'était trop tard car ils étaient cuits à la demande donc ça risquait d'être long, je précise que la commande des desserts avait été faite avant le repas! La gare est magnifiquement restaurée , le lieu très beau mais le haut de gamme promis n'est pas vraiment à la hauteur .

Magnífico hotel en un sitio excepcional lleno de historia. La decoración está muy lograda y el ambiente es muy agradable. Personal muy atento. Gran sitio para desconectar

Le site de l'ancienne gare est trés bien rénové. La décoration style art-déco est superbe. La disposition du batiment en longueur rend les déplacements un peu long. Le tarif de 20€ par personne pour une piscine intérieure limitée en accés est à mon avis prohibitif au tarif général pratique. Le site est superbe et point de départ de belles randonnées. Le restaurant de l'hotel est trés bon. je n'ai pas pu tester les gactro mais ils doivent être trés originaux dans les wagons de la compagnie

El hotel está ubicado en un entorno y un edificio único, lo que hace muy especial la estancia. Pero además las habitaciones con muy acogedoras y el servicio de desayuno magnifico. Un 10.

Nous voulions voir la formidable transformation de cette gare que nous avions traversée en tant que voyageurs dans les années fin 1960. Ce fut un weekend merveilleux mais beaucoup trop court.

El Canfranc Estación es un hotel que vale la pena visitar y conocer a fondo. Lo reune todo: Ambiente, situación, amabilidad del personal, posibilidad de pasear en su entorno, tranquilidad, muy buenas instalaciones.....

Pertecto todo, a mi mujer le encantó la estancia, el enclave y la atención de todo el personal del hotel. Un sueño que repetiremos

El emplazamiento del hotel como el entorno y sus vistas son increíbles. Como también de su huella histórica y parte del patrimonio de nuestro país. Destacar muy positivamente el servicio del coctelería del hotel. Decepcionante en el trato al huésped. Es un hotel que reafirma la idea de hotel de paso. No recomendaría una estancia de más de una noche. No ir sin comprobar previamente la disponibilidad de sus vagones restaurantes de alta cocina si tu deseo es disfrutar el binomio "restauración-hotel". No se hace preferencia el trato al huésped sobre el cliente externo. Todo funciona con reservas y no se te asegura ningún servicio de este. Incluso el restaurante del hotel el "Internacional" con justa capacidad y horarios poco flexibles. Puedes quedarte sin comer o sin cenar. Toda una experiencia de caos en una noche de sábado. Al igual que la área Wellness que con su pequeña piscina deberás ser muy precavido de reservar con antelación si no quieres compartirla con 16 personas incluso ajenas al hotel. Con un precio extra de 20€ por persona/hora. La calidad de los acabados y el mantenimiento del mobiliario del hotel distan de ser un hotel "Luxury" como ellos abanderan. Por el parking te cobrarán 15€ noche por dejar el coche al raso. En resumen. Tras invertir más de 800€ en un fin de semana. La experiencia no dista demasiado de un hotel "saturado" con un gran trabajo de marketing, que su único deseo es sacarle la mayor rentabilidad económica a todas sus instalaciones. Dejando de lado la calidad del servicio y el cuidado a sus huéspedes. No esperes ni "luxury" ni despreocupación o confort. Ya que deberás estar alerta en todo momento de no perder el "tren".