Guest User
September 5, 2023
Nuestra experiencia con este alojamiento ha sido malísima. Y eso que de las instalaciones no puedo hablar, porque ni siquiera llegamos a entrar. Solo puedo decir que su ubicación es buena, muy cerca de la plaza del Obradoiro. Aunque esto, lógicamente, es un problema en cuanto a temas de aparcamiento. Digo que no llegamos a entrar porque resultó que, a pesar de tener hecha la reserva con un mes y medio de antelación, al llegar allí, resultó que nuestra habitación se la habían dado a otra persona y que no disponían de más habitaciones. Se habían puesto en contacto con nosotros días anteriores, por lo que sabían que íbamos y todo estaba confirmado. Nos habían dado un horario de recepción y, por si llegábamos más tarde de esa hora, nos habían dado las indicaciones sobre cómo entrar y coger la llave. Llegamos a Santiago antes de que se acabara el horario de recepción y, para nuestra sorpresa, no había nadie. Al intentar coger la llave, el cajetín estaba vacío. Al llamar al número de contacto, el señor que nos atendió no nos dio explicación alguna sobre lo que ocurría, nos dijo que nos llamaría en dos minutos. No llamó, tuvimos que volverlo a llamar, no nos cogió el teléfono, y lo tuvimos que llamar desde otro número. Nos dijo que la solución era complicada porque viajamos con un perro, y que eso dificultaba encontrar otro alojamiento. El error no era nuestro ni de nuestro perro, sino suyo por no haber gestionado bien las reservas de alojamiento. Cuando le pedimos hojas de reclamación, no disponía de ellas y, de haberlas tenido, tampoco nos las habría dado fácilmente. Finalmente, nos buscó otro alojamiento, asumió los gastos que ello conllevó. No pidió disculpas, pero al menos respondió por su error ofreciéndonos una solución. Eso sí, en un albergue sin ascensor, en la cuarta planta y en una habitación diminuta. Pero al menos, tras perder toda la tarde y darnos una mala experiencia durante nuestras vacaciones, al menos pudimos dormir en algún sitio con nuestro perrete en Santiago.
Translate