Hotel & Spa Etxegana

Hotel en pleno parque natural de Gorbeia, entre prados y bosques. Para descansar en plena naturaleza en ambiente de paz y silencio, lejos del mundanal ruido . Habitaciones amplias y con buen gusto decorativo con toques orientales. Buen restaurante en el mismo complejo

Wer Ruhe sucht, ist hier genau richtig. Das Hotel liegt abgelegen in den Bergen und rundherum ist nur Landschaft. Für Ausflüge in den Parque Natural de Gorbeia ein idealer Ausgangspunkt. Interessant ist die asiatische Architektur des Hotels, die man in den baskischen Bergen nicht unbedingt erwartet. Wir hatten ein großes Zimmer (Nusa Dua) mit Dusche und Jacuzzi. Von der Terrasse hatte man einen herrlichen Blick auf die Berge. Der Service des Hotels war exzellent. Das Personal durchweg extrem aufmerksam, freundlich und effizient. Das Abendessen im Hotel (sowohl Fisch als auch Fleisch) ebenfalls sehr gut. Positiv ist uns auch noch aufgefallen, daß man sein Frühstück am Abend vorher zusammenstellen konnte und es am Morgen serviert bekam. So kann man das Überangebot am Buffet und damit Abfall sehr gut vermeiden. Als kleines Highlight haben wir bei der Abreise noch eine Flasche Wein geschenkt bekommen, den wir am Abend vorher getrunken und sehr gelobt hatten. Falls wir mal wieder in der Gegend sind – Etxegana ist sicher 1. Wahl

Mi experiencia es sobre el restaurante Oneko dentro del hotel, en el que estuvimos allí en familia celebrando un cumpleaños. La verdad fue una gran decepción. Para empezar, reservamos un menú para 4 y al llamar unos días antes para confirmar tenían apuntado que para 3. Menos mal que llamamos... Después allí, nada fue bien. Tardaron media hora de un plato a otro (en dos ocasiones) haciéndonos la digestión de por medio. Tardamos 3 horas largas en finalizar el menú, porque en el resto de ocasiones tardaron 15 minutos de media desde que retiraron los platos hasta que sirvieron el resto y en el restaurante no había nadie más porque nos quedamos solos. Además, nos servían primero 3 platos y siempre dejaban a uno sin plato y se lo traían unos 5-10 minutos después ( haciendo que se enfriaran aún más nuestros platos) , porque además de todos los platos sólo uno lo sirvieron caliente, el resto, templado/frío. Esto es de muy mal gusto. Comentamos esto a la camarera que estaba y si es verdad que se disculpó y dijo que iba a comentarlo en cocina, pero jamás tuvimos noticias de cocina ni salió nadie al menos a hablar y pedir disculpas o dar una explicación de por qué tantos contratiempos. Así que me he visto obligada a poner esta reseña, ya que la crítica no supieron tampoco gestionarla al quejarnos allí como es lógico. Hemos estado en restaurantes de todo tipo, de estrella michelín y sin ella, e incluso en los de menos importe, jamás nos ha pasado esto de los platos medio fríos y estos detalles tan feos y encima siendo un menú que barato no es, ya que son 65 euros. Lo dicho, incluso en sitios de menos importe, el servicio ha sido infinitamente mejor(o al menos lo normal, porque esto ha sido un desastre). Por otro lado, para rematar, nos trajeron la carne y al servirla nos preguntó la chica si la queríamos más hecha, pero una vez ya puesta en la mesa ( eso se pregunta antes de la carne o incluso antes de la comida) jamás así cuándo ya te la están sirviendo. Y yo le dije que la quería más hecha y la quitó de la mesa y se la llevó, (lo nunca visto) tardando sus otros correspondientes 10 minutos más y me la volvieron a traer cruda, con lo cual ahí dejé la carne. Desde luego habíamos ido a una boda allí y por eso fuimos, pero no vale los 65 euros que cuesta, ya que no es la comida lo malo, es el servicio, lentísimo, encima platos medio fríos y detalles muy feos. Desde luego, no volveremos. Una auténtica decepción. Por un precio así, hay mil sitios con un servicio acorde al nivel del coste y al menos, si hubiera salido alguien a dar alguna explicación de por qué todo mal y los platos medio fríos y tanta tardanza...Pero ni eso. En fin

Hotel en un enclave espectacular. Se respira paz, tranquilidad, sosiego, naturaleza; los únicos ruidos son los pajaritos y los cenceros de la ganadería. Habitación muy amplia, con balcón. En el que sentabas a leer un ratito y era muy agradable. Cuarto de baño con bañera de hidromasaje y luz natural. El desayuno es muy variado. Sentados en un salón con vistas a las montañas, para empezar el día con relajación. Las cenas son muy muy ricas, lo pagas, pero vale la pena. El spa, esta muy chulo y además es de uso individualizado por lo cual hay que reservar, coste adicional. Una hora se pasa muy muy rápido. El personal muy profesional. Recibimos un trato exquisito. No le encuentro ningún punto negativo.