Termales El Otoño

Solían tener el mejor chef de toda la ciudad hace cerca de 10 años..... Lamentablemente cuando volvimos la calidad no era nada parecido a nuestro último recuerdo ... Nos prohibieron entrar con mascotas .. pero había una famila llena de perros... Aparentemente la regalo solo aplicaba para algunos?? Mucho para pensar :(

Nuestra experiencia en Termales el Otoño fue muy por debajo de lo esperado. Fuimos a pesar de que varios amigos nos desaconsejaron visitar, especialmente por la comida y la atención; uno de ellos estuvo en noviembre y, siendo ya mayo, deberían haber solucionado estos problemas. Lo único rescatable es la infraestructura y las áreas húmedas, pero no compensan la mala atención ni la pésima calidad de la comida. En recepción no nos indicaron claramente las zonas de aguas termales, sus ubicaciones, horarios ni temperaturas. La habitación resultó demasiado sencilla para el tipo de hotel: no había teléfono ni instrucciones para comunicarse con recepción, y además detectamos moho en el baño y en el techo. La comida fue otro punto crítico: la piña de la pizza estaba fermentada y, al día siguiente, volvió a aparecer en el desayuno. El arroz con fríjol olía mal y no resultó apetecible. El menú no incluye IVA, algo inusual en Colombia que da una sensación de falta de transparencia. Tras elevar nuestros reclamos, no recibimos solución ni disculpa; al contrario, quisieron cobrarnos la cena defectuosa. Terminamos yéndonos sin derecho ni a un desayuno, frustrados y sin ninguna compensación. Como apunte final, la vía de acceso es realmente mala, con baches y tramos sin pavimentar que hacen el viaje agotador antes de llegar. No lo recomiendo.

El primer termal con agua fría al que he ido, según un empleado son aguas naturales y si está fría es porque baja fría de la montaña (qué respuesta ilógica). Me hospedé 6 días con mi madre, desde la llegada un desastre, la habitación luxury sin nevera, la respuesta fue que “son más de 130 habitaciones “, y? El Hilton tiene más de 500 y todas tienen mini bar. Las piscinas termales no aptas para adultos mayores, las más calientes no tienen pasamanos, imposibles de utilizar y las otras con un suelo super resbaladizo, tuvimos que comprar zapatos para piscina antideslizantes. Llueve cada día y para ir al restaurante hay un trozo que no está cubierto, ni una sombrilla tienen para prestar. El máximo fue al momento de pagar, me obligaron a pagar IVA aún teniendo la exención, los dos de la recepción me trataron como si quiere timarlos para ahorrarme el IVA, totalmente indignante. Después de muchos correos a mi vuelta, finalmente reconocieron el error y me hicieron el ingreso. Busqué el mejor hotel (supuestamente) para pasar unas vacaciones con mi madre y resultó ser una decepción total