Hotel Quinto Elemento

Volvimos debido a que nos gustó el año pasado y la verdad es que se repitió la excelente estadía. Muy buen desayuno, las instalaciones y atención muy bien. El personal de recepción no fue tan eficiente, hubo confusión con la reserva pero se resolvió.

Pasamos cuatro días espectaculares en las termas Villa Elisa y nos hospedamos en el hotel Quinto elemento. La habitación impecable, el mobiliario hermoso, los baños de lujo. El jacuzzi de la habitación fue perfecto para relajarme después de regresar de las termas. El spa del hotel maravilloso. Las batas y toallas de excelente calidad. Fue un viaje inolvidable. El personal súper amable.

Fuimos en pareja unos días, afortunados con una temperatura espectacular para la fecha lo cual nos permitió recorrer el Parque varias veces caminando, paseo muy recomendado. Las habitaciones espaciosas y linda vista. La nuestra tenia los placards con las puertas rotas, así como la puerta de madera donde estaba la heladera. La ducha si bien es pequeña pero correcta se llovía para afuera y se inundaba el baño. El colchón era grande pero vencido, bastante incomodo. Desayuno bueno, rico y buena atención. Cenamos en el hotel un día, pedimos una tabla especial y como no había jamón crudo nos trajeron salame. También pedimos caipiroshka ( lima azúcar vodka lo que decía ademas en la carta ) y vino con limón, nos dijeron que así es como la hacen, o sea todo bien pero habría que avisar antes. Las piscinas lindas( falta mantenimiento) y la del hotel tiene un cartel horario de niños lo cual no es así. El ascensor estuvo roto los tres días que estuvimos, por lo que debíamos usar escaleras, había algunas personas con dolores reumaticos que necesitaban usarlo y nunca funciono. Es un hotel con un entorno hermoso, buena atención y limpieza que es una pena que estas pequeñeces lo empañen cuando con un poco de mantenimiento Mejoraría bastante.

Bien el hotel, mal el complejo termal, que se ha vuelto la base de un campamento de casas rodantes. Fuimos a pasar unos días con la expectativa de disfrutar el complejo termal con sus prometidas 9 piscinas y servicios. No pudimos entrar ni una sola vez, siempre repletas a punto tal que parecía un asentamiento. El complejo, que cuenta con el hotel Quinto Elemento, golf, tenis, lago, etc., ha admitido en su predio la presencia de un camping ilimitado, que se instala alrededor de las piscinas y del lago, con mejor vista que la que teníamos los pasajeros del hotel. Alli, despliegan su acampe, usan los baños y vestuarios, cuelgan su ropa, la lavan, enjuagan, escurren, cocinan, llenan los quinchos, hacen una vida multitudinaria y amontonada que impide a los pasajeros del hotel tener un centímetro en las piscinas termales. Sólo es posible usar la piscina que está dentro del hotel, que no es termal. En conclusión, en 5 días no utilizamos las termas, literalmente tomadas por la superpoblación del camping. En el mismo espacio hay, además, una cantidad importante de bungalows que deben compartir los mismos servicios, pero las casas rodantes y carpas son lo que baja el nivel y revienta la capacidad del complejo. El personal del hotel es muy atento, en recepción, comedor, habitaciones. El desayuno está OK, pero la oferta de comedor en almuerzos y cenas es muy limitada. Solo la amabilidad del personal lo salva. Hay dos restaurants afuera, a distancia, uno de ellos muy caro (Los Teros) y otro es más simple (Las Garzas), también hay bar/pizzeria y café, todo alejado del hotel. Las habitaciones son amplias y lindas. Si desalojaran el camping, tal vez volveria.

Es un muy buen hotel. El personal muy atento y rápido en resolver situaciones Habitaciones muy cómodas, instalaciones muy bien cuidadas Volveré en cuanto pueda

Muy recomendable. Las instalaciones del hotel y la atención del personal excelente. Las habitaciones muy espaciosas. Todo el complejo termal es excelente. Deberían mejorar la oferta del restaurante del hotel ya que la carta es muy limitada y de baja calidad.