Hotel la Caminera Club de Campo

monacal la excelencia llevada a lo último pulcritud en la limpieza. Doy la enhorabuena a todo el equipo humano de limpieza de hostelería de recepción pasando por mantenimiento, etc. etc. etc. y más sincera. Enhorabuena por la amabilidad el trato tan exquisito y la paz tan monacal que existe en este establecimiento hotelero ni la primera ni la última que vengo a este maravilloso Hotel, la gastronomía de muchísima calidad, alimentos frescos naturales de temporada, con un equipo magnífico de profesionales, las habitaciones vuelvo a repetir más limpias imposible se puede decir que es sublime la limpieza PD en cuanto a un comentario que he visto sobre un (perrito) yo los prefiero más que algunas personas

Es uno de los mejores hoteles que conozco tanto en España como fuera, perfecto para desconectar y pasar unos días de descanso. Muy buenas instalaciones y su restauración. Mención espercial al personal.

Estuve en el hotel con mi familia (mujer y dos niños). He estado varias veces en el hotel otros años, creo que no voy a volver. Justo cuando llegué, después de dejar las cosas en la habitación bajé al lobby para reservar plaza para jugar al golf. En ese momento estaba haciendo el check in una pareja extranjero con un perro enorme. Realmente grande, no era un gran danés, pero casi de ese tamaño. Y mientras él hacia el check in, el perro se meó en la columna de la entrada. Dado el tamaño del perro, imagínese el charco. Me fui a jugar al golf con mi hijo mayor y mientras tanto a mi mujer no le dejaron llevar al niño pequeño al spa. Por lo visto los niños sólo pueden ir de 2pm a 3.30pm y ellos intentaron entrar sobre las 4pm. Cuando volví del golf, nos fuimos todos a cenar, y fue super agradable encontrarnos en la mesa de al aldo a menos de un metro de distancia al pseudo gran danés. El restaurante estaba lleno y el espacio entre mesas es pequeño. Nos dijeron que en ese restaurante si estaban permitidos los perros de cualquier tamaño. Eso sí, en el otro restaurante del hotel, el que tiene estrella michelín, en ese, por lo que sea no admiten perros. A partir de aquí, visto el tamaño de perros que dejan en el hotel (por cierto antes no admitían animales), pues os podéis imaginar cómo de a gusto estás en la habitación pensando en la cantidad de pelos que deben dejar en las camas, baños,.... Cuando me fui, puse una hoja de reclamación pero no me hicieron de caso. En fin, una pena, era un buen hotel, pero claramente se ha echado a perder. Na pienso volver y no recomiendo a nadie que vaya.

Es un hotel de una construcción sobria, elegante, sobre una colina en una preciosa finca de caza menor, en la que se puede jugar al golf, pádel, caminar, disfrutar de la piscina, descansar. Las instalaciones están perfectamente cuidadas, con todos los detalles que puedes esperar en un hotel de esta categoría, habitaciones amplias, muy bien equipadas, aislamiento excelente, vistas preciosas al campo y con todos los detalles propios de un hotel de esta categoría. La única pega en las habitaciones on los colchones, que no son incómodos, pero tampoco son los que esperas en un hotel de esta categoría. El SPA está muy bien equipado y cuidado, procurando que no haya demasiados clientes a la vez para facilitar una experiencia agradable para todos. Merece la pena recibir alguno de los masajes que proponen sus profesionales. El desayuno es muy bueno, con productos de primera calidad y una amplia variedad de ellos. Los restaurantes del hotel son todos muy buenos, con platos muy bien elaborados y con una atención excelente. La finca merece recorrerla caminando tranquilamente y disfrutar de la naturaleza y la gran cantidad de caza que sale durante el paseo, es una experiencia maravillosa a cualquier hora del día. Tienen 2 cargadores para coche eléctrico que son gratuitos para los clientes. La piscina debe ser espectacular en. Era o y también es una buena opción para celebrar cualquier tipo de evento. Dejo para el final lo que me parece más importante y es el personal que trabaja en el hotel, todos, sin excepción, se merecen un 10, por su profesionalidad , amabilidad, educación, saber estar y simpatía. No hay una sola persona del hotel que no esté sonriendo, o dispuesta a ayudar, el director, personal de restaurantes, desayuno, limpieza, recepción, campo, spa, etc, tienen un tesoro con sus trabajadores