Albergue de SIN

La atención y la cocina de Lati te hacen pasar una comida inolvidable, es totalmente recomendable en la visita al Valle de Chistau es una visita obligada El edificio de las antiguas escuelas de Sin Y las magníficas vistas de las montañas te van a maravillar

Estuvimos con amigos en el albergue de Sin y fue un fin de semana de 10. Lati ,nos hizo sentir como en casa desde el primer momento. El albergue está situado en la parte alta de Sin, con unas vistas increíbles, tiene una terraza Preciosa para disfrutar y el interior del albergue está muy bien cuidado y limpio. La comida que nos ofreció estaba riquísima, todo casero, buena carne, ensaladas variadas, tarta de queso buenísima y si vais no podéis dejar de probar el cous cous que hace Lati, ¡delicioso! Estamos ya deseando volver. Lo recomendamos muchísimo.

Decepción total. Lo que tenía que haber sido un fin de semana perfecto en los Pirineos se vió empañado por una única cosa, el Albergue de Sin, y de ello se encargó su propietaria, Lati. Empezamos por lo bueno: Un albergue más, habitaciones con literas, baños compartidos, muy difícil de aparcar pero lo común cuando vas a los Pirineos. Y aquí la explicación de la decepción: -Lo que se habló con ella cuando se hizo la reserva fue media pensión por un precio más bajo por fuera de temporada por 48€ pero nos encontramos con la grata sorpresa que en esta media pensión no se incluye ni bebidas, ni postres, ni cafés y no se nos avisó en ningún momento. -Se cerraron los menús de las cenas con antelación y hora de reserva. Pero otra de las sorpresas fue que al llegar a la hora que teníamos la cena, habían sentado a otro grupo a cenar y lo único que nos respondió cuando se lo dijimos de buenas maneras es que podíamos esperar a que acabaran (lo cual sería a las 23:30h dada su lentitud, otro tema a comentar teniendonos que levantar a las 7 de la mañana al día siguiente) o cenar en la calle con el frío que hacía y que su problema no era y que le daba igual. Al recriminarle su actitud de buenas maneras lo unico que obtuvimos son más malas maneras, malas formas y malas contestaciones una vez más. -Como postre, una factura inexistente con precios que no eran los acordados y extras que tuvimos que abonar sin previamente aviso alguno. -No se puede pagar con tarjeta, te acepta bizum pero con concepto oscuro. -Como venganza al día siguiente tuvimos que abonar el desayuno por separado por 5€ y os puedo asegurar que el desayuno no era digno de ese precio. Siguiendo con sus malas formas, no nos sirvió ni los cafés diciéndonos que nos levantaramos a por ellos.