Macdonald Doña Lola Resort

Viaje familiar con nuestras hijas, al llegar nos encantó el entorno pero según pasaban los días esa sensación se transformó en decepción y enfado. Según llegamos nos atendió una señorita en recepción que parecía tener prisa en que nos fuéramos ya cada consulta que haciamos parecía que le molestaba. El primer contacto con la habitación en principio no fue del todo malo, aunque los muebles son antiguos y nada cómodos.El menaje de la cocina , así como productos de limpieza y productos del baño escasos. Al llegar fuimos a comer al restaurante de la plaza, pedimos una ensalada para compartir y tardaron casi una hora en ponernos los platos principales.Bastante caro por cierto para lo que ofrece.(Tuvimos que pedir el cambio de uno de los platos ya que en carta ofrecían una cosa que simplemente al ponerlo en la mesa eran macarrones con tomate). Caro y malo, resumiendo. Nuestro piso ( Edificio Cristina) era de una habitación por lo que también tuvimos que utilizar el sofá cama del salón, se notaban los muelles del mismo....sin más comentarios. La primera noche no pudimos dormir ya que el frigorífico comenzó a realizar un ruido horrible por el motor...tuvimos que apagarlo a las cuatro de la mañana.Al día siguiente nos lo cambiaron por el de la habitación de al lado. El personal de limpieza ruidoso. Los restaurantes y mini supermercado del complejo....caros no...lo siguiente!...evidentemente aprendimos el primer día...y todas las compras necesarias las haciamos fuera del complejo. Otro punto a destacar es que en la habitación había hormigas, desde el primer día de llegar alguna veíamos de vez en cuando pero la cosa empezó a ir a peor hasta el punto q tras despertanos el quinto día de estar allí ya campaban a sus hanchas por la encimera de la cocina , teniendo que tirar parta de la bollería que habíamos comprado para el desayuno. Tras volver de la playa ya era insostenible ya que había un reguero que iba desde la cocina hasta la terraza.Tras llamar a recepción mandaron al personal de mantenimiento( Destacar que después de todo lo que nos estábamos encontrando, la persona que vino, Francisco, nos sorprendió lo atento y agradable que fue con nosotros en todo momento, estupenda persona al que agradecemos su dedicación y profesionalidad). En principio la solución era rociar todo el salón con insecticida , ni que decir tiene que eran las 8 de la tarde y tal y como le comentamos a Francisco, nosotros íbamos a dormir allí y no nos parecía de recibo hacerlo con ese olor a insecticida, además que yo tengo problemas de asma y lo podría acrecentar.Ante lo cual procedimos a hablar con recepción para buscar una alternativa, nos ofrecían el cambio a una habitación de calidad inferior a la nuestra ( era eso...o el insecticida). Decidimos personarnos en recepción ya que no entendíamos que tras no ser un problema ocasionado por el cliente se estuviera ofreciendo dicha solución, cuando nos suponia un perjuicio adicional el tener que cambiar todas nuestras cosas

El personal trato excelente. Instalaciones comunes muy limpias y apartamento muy espacioso. Volveremos sin duda.