Hotel Luz y Fuerza San Bernardo - All Inclusive

Hermoso

Fuimos con mi pareja en vacaciones de invierno y, aunque lo promocionan como “All Inclusive” y lo venden como un hotel de cuatro estrellas, difícilmente pase de tres. Las habitaciones son pequeñas, pero todas con vista al mar; eso es un punto a favor. El frío se hace sentir: para llegar de tu cuarto a la pileta tenés que atravesar pasillos helados. Y lo más insólito: si necesitás ir al baño mientras estás en la pileta, ¡tenés que salir a la intemperie! Algo totalmente ilógico para un lugar que busca ofrecer confort. El Spa es otro fiasco: en recepción te atienden de muy mala forma, sin voluntad alguna de ayudar, y te hacen sentir que molestás con cada pregunta. Hay pocos ascensores y sólo permiten hasta tres personas. No dan abasto en horarios clave. Hay uno más grande, para ocho pasajeros, pero durante nuestra estadía no estaba en funcionamiento. Detalles que complican la estadía, sobre todo en un edificio de varios pisos. Como hotel de más de 50 años, se nota el paso del tiempo en cosas básicas: hay muy pocos enchufes. En la era en la que todos tenemos celulares y dispositivos, eso se vuelve un problema real. La pileta, si bien está bien mantenida, no tiene distintas profundidades ni rampa de acceso. Vi gente mayor con dificultades para subir y bajar. No hay consideración por personas con movilidad reducida, lo cual es inaceptable hoy en día. El WiFi es prácticamente inexistente en todo el hotel. Tenés suerte si lográs conectarte unos minutos. Y si te toca un vecino ruidoso, fuiste: las paredes son de cartón y se escucha todo. En resumen: buena ubicación y vista al mar, pero muchas falencias para lo que prometen. Un servicio justo, con deficiencias que deberían estar resueltas hace tiempo.

Nos fuimos en una escapada en familia por el fin de semana que prometía pasar un día relajado en el hotel, y al siguiente pasar el día en las termas marinas, antes de volver a casa. La verdad, que fue DECEPCIONANTE. El hotel figura como 4 estrellas, pero claramente no lo es. No lo es en servicios, y no lo es en infraestructura. Posiblemente en verano o primavera, se pueda hacer la vista gorda... pero en invierno, cuando uno más necesita que el hotel te brinde todo, para nosotros no lo fue. Primero... el lugar era una heladera... de hecho, el área d ejuegos infantiles era un verdadero congelador y le tuve que poner gorro y campera a mi hijo para estar ahí. Ya no está como en la foto del hotel... hay muchas menos cosas, y el inflable no estaba. El club infantil y la animación en general, tampoco. EN los pasillos te congelabas...y el aire de la habitación, para mi gusto no calentaba lo suficiente (dormí con dos frazadas y acolchado, además del aire prendido). EL agua d ela pileta no estaba lo suficientemente caliente... eso sí, el ambiente de la pileta era uno de los más agradables para no pasar frío, por todo el vapor...pero no tenías mucho donde sentarte porque estaba todo mojado. El único otro lugar calefaccionado era el restaurant, del que por supuesto salías con un olor a camida que ya no te lo sacabas de la ropa. Puntos a favor: la comida era muy rica y variada, y la amabilidad del personal. Dicho esto, no volvería.

El hotel en sí está muy bien ubicado, el personal bien, el ascensor hace se diciembre q no lo arreglan y 2 ascensores q caben tres personas es poco con la cantidad de gente que va. Las habitaciones buenas. La limpieza de los baños en los espacios comunes un desastre! tendrían que limpiarlos más seguido, es mucha la gente q los usa. Siempre sucios y con feo olor.

No vayan. No es más lo que era antes. La habitación con almohadas y colchones viejos. La ducha con un mínimo chorro de agua que salía muy caliente o fría, no había forma de templarla. La comida horrible. Me enfermé de un virus gastrointestinal y había mucha gente igual. Chicos y grandes. En el comedor estaba estallado de gente, una mesa pegada a la otra. Una desilusión. Hacía años que no iba y decayó el servicio y el hotel.

Fui del 11 al 14 de febrero y encontré un montón de huéspedes con gastroenterocolitis. Mi hermana se enfermo y en la clínica San Bernardo dijeron que atendían 25 personas x dia. Cuando me enteré no comí más en el hotel, solo las botellas cerradas del restaurante de gaseosa. Una experiencia pésima, el hotel decía que era un virus que estaba en el aire en toda la costa. Ir a un all inclusive y terminar en un chino.comprando manzana y galletitas. No vayan