Estancia la Cinacina

Hermoso lugar y con mucho espacio verde. La atención de todos es excepcional. El desayuno tiene mucha variedad. La habitación estándar super cómoda. Se encuentra cerca del centro como para ir y volver caminando. Ojalá podamos volver pronto!!

Visitamos el lugar por primera vez y la impresión fue muy buena, es una propiedad de 43 has aunque las utilizables son unas pocas con un gran parque con frondosa y añosa arboleda, está ubicado prácticamente en el borde de la ciudad aunque por su extensión brinda la sensación de estar en el medio del campo. Quiero ante todo destacar la excelente atención que nos brindó Mariela, verdadera "alma" del lugar muy bien secundada por Emilia que han hecho escuela para el resto del personal, todos muy amables y solícitos a cualquier deseo. Nuestra habitación ,la N°5 corresponde a las originales no demasiado grande, quizás por el tamaño de cama King Size, con todos los elementos de confort, AA y un enorme hogar ideal para el invierno, el baño algo antiguo pero convenientemente reciclado. El desayuno incluido se sirve en un amplio quincho y es muy completo: cereal, yogur, jugo exprimido de naranja, frutas de estación, te o café a discreción con pan, tostadas, mermeladas varias manteca y dulce de leche y medias lunas que un grupo de señoras se encargan de traer a la mesa y están atentas a cualquier otra cosa que necesitemos, Este lugar esta disponible las 24hs para los huéspedes con un dispenser de agua fría/caliente, café y té con una cocina completa para utilizar por ejemplo con comida por delivery, también tiene la vajilla completa para la/s parrilla que solo hay que reservar. La piscina es enorme, semi-olímpica con una gran cantidad de reposeras con libertad para ubicarlas bajo los árboles, contando siempre para ello con la colaboración del guarda vida, tiene un sector para niños de baja profundidad y el resto de unos 1,60mts apto para cualquier persona. Un detalle importante que lo hicimos notar es la necesidad de tener una baranda o apoya brazo para al entrar o salir con seguridad de la pileta, sobre todo para personas mayores para subir o bajar los escalones. Hay una "pulpería" al lado para adquirir bebidas frías y comidas ligeras, contiguo un salón donde se puede almorzar o cenar con un menú básico. Todo el conjunto rodeado de un ambiente "campestre" como debe ser en la cuna de la tradición. Quedamos muy conformes y seguramente volveremos.