Abadia Retuerta LeDomaine

Este hotel de lujo está emplazado en una abadía del siglo 12 restaurada de forma exquisita. Todo está diseñado para garantizar una experiencia inolvidable combinando historia y modernidad. Es un destino perfecto para relajarse y desconectar del ajetreo cotidiano. El servicio es excelente en todos los aspectos. Nosotros nos alojamos en una suite situada en el ala construida sobre las antiguas caballerizas muy amplia y con vistas a la iglesia y a los viñedos. Cuenta con un exclusivo spa que dispone de diversas instalaciones y la posibilidad de contratar varios tratamientos. Para completar la experiencia es totalmente recomendable realizar la visita a la bodega que se realiza en circuito privado con cata incluida. También merece la pena utilizar las bicicletas del hotel para pasear por los alrededores recorriendo los viñedos y la ribera del Duero. Cuenta con varios restaurantes. Nosotros probamos el Refectorio, de nivel excepcional con una estrella Michelin, y la Vinoteca.

Solo hemos visitado para ver lo que hay para organizar reuniones. Muy bolita, tanto el dominio y los edificios. Iglesia hacia para eventos, un poco (triste) si no hay nada. Personal muy amable. Jardín muy bien cuidado. Lo siento que la bodega ya ha sido cerrado.

Es war ein unvergesslich schöner Aufenthalt in dieser geschichtsträchtigen Abadia. Vom Personal über das Essen bis zur Ausstattung war alles perfekt. Das Personal, sei es an der Reception oder beim Erkunden des Weinbergs, alle sind äusserst freundlich und der englischen Sprache gewandt.

Ha sido una maravillosa estancia, el hotel es una maravillas, la habitación preciosa y cómoda, la atención extraordinaria, el guía, Sergio, que nos enseñó los viñedos y nos dio las caras es un verdadero profesional y una persona encantadora. El entorno produce paz

Hotel imponente por dentro y por fuera. Buena propuesta gastronómica y personal muy profesional y atento. Un buen sitio para viajar en pareja a desconectar y relajarse. Aparcamiento cubierto. Ruta interesante de bodegas, viñedos y gastronomía por la zona.

El Hotel Abadía Retuerta LeDomaine ofrece una experiencia inigualable, marcada por una atención al detalle y un servicio extraordinario que transforman la estancia en un verdadero placer. Situado en un entorno místico que nos transporta a la Edad Media, este refugio de lujo combina a la perfección la historia con la modernidad. Las habitaciones, amplias y confortables, están diseñadas para garantizar el máximo descanso y bienestar. El servicio personalizado del personal es uno de los aspectos más destacados del hotel. Cada huésped es tratado con especial atención, lo que crea la sensación de que el hotel está dedicado exclusivamente a su disfrute. Con una cantidad limitada de huéspedes, el ambiente es relajante y acogedor, ideal para desconectar del ajetreo cotidiano. Entre las instalaciones, destaca el exclusivo SPA, un lugar que recomiendo encarecidamente por la calidad de sus instalaciones y la profesionalidad de sus terapeutas. El ambiente del SPA, combinado con los tratamientos especializados, es perfecto para quienes buscan relajarse y revitalizarse en un entorno único. Para los amantes del aire libre, una actividad imperdible es el paseo en bicicleta por la Ribera del Duero, una manera fantástica de explorar la región y disfrutar de su belleza natural. Asimismo, los apasionados del vino no deberían dejar pasar la oportunidad de participar en una cata de vinos de añadas históricas, una experiencia enológica excepcional que permite conocer en profundidad los vinos de la región y degustar ejemplares de calidad inigualable. En resumen, el Hotel Abadía Retuerta LeDomaine es un destino altamente recomendable para quienes buscan un lugar donde la historia, la tranquilidad y el lujo convergen. Perfecto para una escapada de descanso y desconexión, este hotel es sin duda una opción ideal para los que valoran la exclusividad y el servicio personalizado.

Difícilmente puede encontrase un lugar tan mágico para disfrutar de unos días de descanso y de acercamiento al mundo del vino. Las instalaciones y el personal, espectaculares, pero el entorno lo hace absolutamente diferente y especial. Los precios, eso sí, complican el poder repetir