Vila de Premiá

Siendo un hotel pequeño de dos estrellas no esperaba la calidad que encontramos en él. Éramos cuatro y nos dieron una habitación con habitación extra, una con una cama de matrimonio y otra con dos camas, cada una con su televisión y su aparato de aire acondicionado. El baño muy completo, moderno, con una ducha enorme a ras de suelo. Los colchones son muy nuevos, muy altos, se ven de calidad. La ropa de cama muy bien. En cuanto al buffet de desayuno, a pesar de ser pequeño tiene bastante variedad, y mucha calidad. Había dos tipos de zumos, leche, soja (de la barista), batido de chocolate, una máquina de café estupenda con varios tipos de café, infusiones que podías hacer con la función de agua caliente de la cafetera, varios tipos de pan, una máquina para tostar, fiambres, queso, croissants, muffins, napolitanas, tortitas, fruta... Esperábamos mucho menos y nos sorprendió gratamente. La ubicación del hotel además es perfecta para ir a la playa, sólo hay que cruzar bajo las vías del tren que pasan enfrente por un paso subterráneo que hay justo al lado, en una plaza con un parque donde hay una tienda 24h perfecta para comprar cualquier cosa que necesites, y un bar donde puedes comer unas riquísimas empanadas argentinas.