Hostal la Marina

Hotel muy sencillo, la recepción siempre vacía, has de esperar a que venga alguien a atenderte. No hay ascensor y hay bastantes escaleras. La habitación es grande con balcón, tiene calefacción y aire acondicionado. La cama es cómoda. El armario está antiguo y parece que se vaya a desmontar en cualquier momento. El baño antiguo, es estrecho, bastante incómodo. La bañera no nos atrevimos a usarla. Había jabón y toallas. El checkout fue tirar en un buzón las llaves, bastante impersonal. Lo mejor la ubicación céntrico, al lado de la playa, zona comercial y ocio.

¡LEER ANTES DE RESERVAR! *Las buenas reseñas en tripadvisor las obtuvieron con los antiguos dueños. El hostal ha cambiado de manos este ultimo año* En esta reseña no detallaré los repetidos problemas que he visto de ruido y antigüedad de las habitaciones en otros comentarios, sino el problema que tuvimos con CHINCHES (adjunto fotos) en la cama. Cuando al llegar nos dieron nuestra habitación subimos a descansar un rato y nos dimos cuenta de que el colchón y las sábanas estaban repletos de chinches. El recepcionista al que nos dirigimos no sabía hablar español ni inglés, solo francés. Tras esperar bastante tiempo sin respuesta alguna (estaba hablando con su jefe), nos fuimos a dar un paseo y nos dijeron que la única opción posible era un cambio de sábanas. En ningún momento el dueño del hotel se dignó a disculparse. La habitación es la 139 (triple superior con aire acondicionado). Me río de la “superioridad” de la habitación siendo una habitación doble conectada a una individual la cual no recibía aire acondicionado a no ser que se pusiera a tope, congelándose de frío los que duermen en la cama doble. Baño diminuto con la estantería sobre el lavabo rota y cortina de ducha sucia. El último día de estancia sin agua caliente desde por la noche hasta por la mañana, por lo que no pudimos ducharnos antes de hacer el check-out. Olor a PORRO DE ********* en los pasillos por la noche (claro, ahi nadie vigila lo que pasa de noche). Finalmente, me gustaría mencionar que en el desayuno a las 9:15 (abre a las 8:00), ya no quedaban panecillos. EN RESUMEN: una cutrez de sitio que no hace ni más ni menos que engañar a turistas, a un precio muy muy elevado para los servicios que ofrece y sin ningún miramiento por el cliente. Cabe destacar la gran amabilidad de la recepcionista Violeta, la cual se disculpó en multiples ocasiones por la nefasta experiencia que tuvimos en el hotel. Hoja de reclamaciones puesta ante consumo y a la espera de una compensación, pues pagar 300€ por dos noches en esa habitacion y con esas condiciones es una ES-TA-FA. Espero que esta reseña sea util para que futuros visitantes de Playa de Aro lo piensen dos veces antes de reservar en este hostal.