Guest User
March 1, 2024
Estuvimos hace unos días pasando una noche en la Suite Junior con Jacuzzi. El hotel está en un enclave inmejorable, a tu llegada respiras tranquilidad y el edificio es precioso con un impacto mínimo en el entorno. El personal que nos recibió y nos atendió durante la estancia fue muy agradable y servicial. La habitación espaciosa y decorada con mucho gusto, al igual que el resto de las instalaciones. La piscina es una preciosidad, con unas vistas espectaculares. El hotel tiene muchas cosas positivas, y como me gusta siempre ver las cosas desde ese punto, querría recalcar algunas cosas que creemos importantes, siempre desde el lado constructivo. Cosas que se deberían mejorar, y que probablemente se mejoren en breve, ya que es el primer verano que el hotel está abierto. Cuando estamos en la piscina, se respira paz y tranquilidad, rodeado de los sonidos de los carrillones que tienen colgados en muchas de las terrazas del hotel, pero este ambiente Zen a veces se rompe con la música que tienen puesta en la barra del bar de la piscina. O pones una música suave, tranquila, acorde con la atmósfera que te rodea, o mejor no poner música. Como bien denominan el Hotel Desconecta2, suponemos que es para poder desconectar y que nada te consiga disturbar. En la habitación que tuvimos, que es preciosa, hay un gran fallo en cuanto a privacidad. Tienes un maravilloso jacuzzi en la terraza, donde puedes disfrutar la mejor vista de la puesta de sol de todo el hotel, pero mientras tomas tu baño o disfrutas de la vista, te ven perfectamente la gente que esté en la terraza del restaurante tomando algo o paseando a ver las vistas, y la habitación contigua que también tiene su jacuzzi también te ve, al igual que tú a ellos. Luego colgaré unas fotos para que se entienda mejor. Hay colocadas plantas de separación, que entiendo que lo que quieren es cubrir y dar la intimidad, pero aún les queda mucho por crecer. En estos casos, se debería poner algo alternativo para que nadie pueda verte, al menos hasta que crezca, o simplemente, en su construcción, haber alargado el muro hasta la terraza. Otra cosa que nos llamó la atención, es que hay barandillas de cristal en las terrazas en el recinto de la piscina, para así no obstaculizar las vistas, pero estaban sin limpiar. Hubo una tormenta que ensució todo, pero de eso había pasado cerca de una semana. Al final no disfrutas de las vistas mientras estás sentado, porque lo que ves es todo el cristal manchado de polvo y gotas de la lluvia mezcladas. Esa misma noche quisimos disfrutar de una cena en el restaurante del hotel, la Flor de la Candela, los platos estaban ricos y bien preparados, me trajeron un bacalao que estaba sin hacer del todo, y enseguida me lo cambiaron y me trajeron un nuevo plato. Los postres llamativos, y con una pinta exquisita te hacen caer en la tentación, pero nuestra nueva sorpresa fue que ninguna de los 2 postres que habíamos elegido, como primera o segunda opción, las tenían...un jueves, con poca gente, entr
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