Dunas de Doñana Resort

Estuvimos alojados en julio. Viajamos dos adultos y dos niñas de 6 y 4. Elegimos la opción de apartamento de 1 dormitorio. La habitación no estaba muy limpia, de hecho encontramos juguetes debajo de la cama rodeados de pelusas que no llevaban dos días precisamente. El olor del baño era bastante desagradable y el funcionamiento de la ducha digamos que aleatorio: frío, caliente, frío, caliente,... Teníamos eso si una preciosa terraza con vistas al campo de golf, muy tranquila. La comida francamente mejorable: no puedes poner paella todos los días. Demasiado abuso de los fritos y del pollo. Es cierto que había opciones para elegir pero no muchas. En el desayuno la cosa era peor con colas para conseguir un zumo o tostar el pan. El trato del personal muy bueno, lo mejor seguramente, sobre todo la animadora que, aunque repetía cada noche las mismas canciones en la Minidisco se la veía encantadas con los niños y estos con ella. El resto también bien, ninguna pega, todo lo contrario. La playa estab bien cerca y es muy amplia, perfecta para los niños. A pesar de todo lo recomiendo, por ubicación, trato del personal y precio.

Cierto que la amabilidad indiscutible del personal no lo es todo en un apartahotal al que se le suponen 3 estrellas, comenzando con que domingos no limpian las habitaciones y cambian las sábanas cada dos dias aunque estén sucias. No limpian el office ni los muebles, y ni retiran la bolsa de basura. Teniamos contratada media pensión y tuvimos que anularla, dejando solo el desayuno. Personalmente no vengo a unas de las mejores playas de Andalucía para comer empanadillas congeladas y patatas fritas. Pésimo servicio de buffet en el que la variedad y la calidad dejan muy mucho que desear. Desayuno en el que o puedes tomar bacon y huevos (4bandejas de cada) o embutidos (solo fiambre para sandwich de muy baja calidad, salchichón y queso en lonchas). Bollería muy escasa, bandejas que se acaban y no se reponen, te apagan las luces mientras estas comiendo para que salgas cuanto antes.... para reirse. Jamas volvería a este hotel.