Termales El Otoño

Las instalaciones del hotel son buenas, los termales son excelentes sin embargo hacen falta muchos detalles para que realmente sea un buen hotel. En las habitaciones no ponen suficientes toallas, prácticamente dan 1 por persona y ya, no hay secadores de pelo, los amenities son básicos (shampoo y acondicionador), en la habitación que me alojé no había nevera ni lámparas en las mesas de noche. La comida no es nada del otro mundo y es carísima (además que los precios en el menú están sin impuestos, cosa que es ilegal porque de acuerdo a la ley colombiana los precios de las cartas deben incluir IVA), las opciones vegetarianas son terribles… una pasta con verduras al tope de salsa de soya 🤢 y hay pizzas pero son muy normales. Relación precio calidad le doy 1/10 Tuvimos un percance uno de los días porque a un mesero se le cayó un plato y después llegó a decirnos que se lo iban a cobrar y que en cocina le habían dicho que de malas, que no volvían a prepararlo y después llegó el capitán de meseros a hablar pestes del muchacho, lo que evidencia un mal ambiente a nivel laboral y al final lo que hicimos fue darle al mesero el valor del plato para que pudiera pagarlo porque estaba claro que tenía que pagarlo el. Si uno va a desayunar después de las 9:00 am ya no hay casi nada y no reponen la comida en el buffet.

Lo BUENO- La cantidad de termales alrededor del hotel y las cabañas con chimenea y termal. Para la familia es ideal. Cuartos muy buenos y baños. 4 estrellas. LO MALO- parqueadero lleno. Y servicio al cuarto, muy malo. (Room Service-pesimo) POR MEJORAR- Demasiada gente, TOURIST TRAP. Y el Sitio da para tener el MEJOR SPA del mundo, pero Spa es de los años 80s.

Mágico lugar, lleno de energía de la madre naturaleza,con la fuerza energética de las aguas termales , un trabajo paisajista exquisito . Las cabañas con su equipamiento propio de la región y su chimenea, hacen que se sienta en casa . El servicio de Spa excelente

Un lugar para el descanso, para sentir el confort y para recargar energía. Los termales son preciosos. Se respira paz, calma, bienestar, naturaleza y vida. Sus instalaciones son generosas, modernas y muy higiénicas. Sin duda alguna, la mejor atención. ¡Un lugar merecido!

Nuestra experiencia fue muy negativa a media noche en la cabaña siguiente la de nosotros hubo fiesta, música y ruido hasta alto las horas de la noche. Tuvimos que llamar en varias ocasiones a seguridad para controlar la situación no hubo descanso no hubo tranquilidad como lo promete el Hotel. Realizamos la queja simplemente recibimos una nota de disculpa del gerente y que esperaba que fuéramos nuevamente al Hotel. Creo que será primera, y última vez que visitemos el sitio. Ell servicio en el Front Desk no es el mejor las personas les falta experiencia igualmente en el servicio de comedor.

Hotel lindo, paisajes espectaculares, habitaciones basicas ( limpias, comodas pero sin nada mas, ni secador, ni toallas de mano etc). Servicio pesimo…los trabajadores se pasan el trabajo el uno al otro y al final ninguno hace nada… servicio a la habitacion nulo.

El Hotel Termales El Otoño nos brindo una experiencia agridulce en nuestra estadia. Lo positivo de la experiencia es lo hermoso del lugar basado en su arquitectura, la distribucion de las piscinas termales y el entorno natural en que se encuentra. Sin embargo, el gran punto negativo es el pesimo servicio al cliente que ofrecen. En cierta medida fue un dolor de cabeza lidiar desde el check in con personas con poca simpatia, empatia y sentido comun de como atender de buena manera los clientes. La mala gana y el trato tosco al registrarse y la desorganizacion en el restaurante a la hora de la comida fue algo predominante. Ejemplos: Fuimos dos familias y la persona que nos recibio no pudo realizar los dos check in y a regañadientes mando a mis acompañantes a donde otra persona a sabiendas que veniamos juntos y por consiguiente nos dieron dos cuartos muy distantes (despues perdimos tiempo tratando de hacer cambio de cuarto cuando una solo persona hubiera podido el correcto check in si nos hubiera escuchado desde el principio). Segundo, los dos cuartos que usamos tuvieron pobre manteniento, todas las puertas sonaban mucho al abrir y cerrar (un poco de aceite no caeria mal y sale muy favorable costo beneficio) entonces en descanso fue poco. Tercero, el servicio en el restaurante fue pesimo, dos horas para una comida es demasiado, servian en desorden y de afan porque todos los comensales estaban en la misma posicion, no sin contar que un hotel de tal nombre se quedo sin botellas de aguardiente amarillo de manzanares. Por ultimo, tenia una invitada a desayunar y cuando llego a la recepcion ( de nuevo) para anunciarse le pidio a la señorita que por favor la anunciaron a mi cuarto para saber yo que habia llegado y eso nunca ocurrio. En fin, por el valor del hotel tienen mucho en que trabajar para mejorar la experiencia que fue muy pobre. No creo que vuelva y creo que hay muchos lugares a los que uno puede ir para pasar unos dias agradables sin tanto inconveniente.