LIVVO Puerto de Mogán

Después de varias estancias en el Hotel LIVVO Puerto de Mogán, siento que ya es como mi “base de paz” cada vez que quiero desconectar y recargar pilas. Lo que más aprecio es la tranquilidad del sitio: nada de ruido, ambiente relajado y esa sensación de estar lejos del bullicio, aunque todo queda a mano. Uno de los detalles que más disfruto es la escalera directa al mar. Es algo que marca la diferencia, porque puedes bañarte en esas refrescantes aguas cristalinas sin necesidad de salir del hotel. De la hamaca al mar en 30 segundos. Se nota que van mejorando cositas cada año. Esta vez, por ejemplo, hay una carta nueva para el almuerzo, con platos modernos pero también opciones de siempre y con una excelente relación calidad-precio. La calidad de los productos, tanto en el desayuno como en la cena es evidente: fruta fresca, pan del día, platos bien preparados y presentación sencilla pero cuidada. En mi opinión, nada que envidiar a buffets de hoteles de 5 estrellas. Aunque podría pasar fácilmente como hotel de 5 estrellas, no es un hotel de lujos exagerados (y la verdad es que lo prefiero). Todo parece estar pensado para que estés cómodo y a gusto. El personal es cercano, te reconocen si eres repetidor y siempre hay un “¿necesitas algo?” sin agobiar. Es de esos sitios a los que cuesta no volver porque sabes que la próxima vez habrá alguna mejora más que te hará la vida aún más fácil. Un consejo, yo me di de alta en su programa de fidelización y me envían buenas ofertas de vez en cuando para alojarme y me ofrecieron un descuento nada más apuntarme.

El hotel.esta genial Muy bien situado frente al mar. Puedes bañarte en el mar o en la piscina con agua caliente. Habitaciones muy cómodas. Comida espectacular y personal maravilloso

Hay que destacar la profesionalidad de todo el equipo del hotel, desde las limpiadoras hasta los recepcionistas y empleados del comedor. Ya hemos acudido en otras ocasiones y el servicio prestado es uno de los motivos de nuestra repetición. A seguir cuidando a todo el servicio que a fin de cuentas es con los que tratamos y los que nos resuelven problemas y aconsejan. Un saludo todos ellos y especialmente a Walter al que ya conocíamos de estancias anteriores y que sigue con la misma profesionalidad y atención hacia el cliente. Tampoco me olvido de la Dirección del Hotel que sabe elegir y que cada año proporciona nueva s actividades y servicios.

Es un hotel que cumple con expectativas de cinco estrellas en cuanto a la habitación así como el servicio del personal y la variedad y calidad en las comidas.

Hotel maravilloso en un espectacular enclave al borde del mar y donde nos sentimos en familia desde hace años. Todo el personal es estupendo y nos trata con muchísimo cariño, pero un especial agradecimiento para Raquel de recepción, Miguel, Dani, Warnel y Raquel del restaurante y a Jaime de cocina. Nos han hecho las cosas fáciles con la alergia de la pequeña de la casa y nos hacen sentir especiales año tras año. Nos vemos muy pronto!