Hotel Supermolina

Conocí este hotel hace años, quedé impresionado por lo bonito del lugar y sobre todo, por el salón rústico con chimenea que hizo las delicias de los niños que fueron a aquel viaje. El Hotel y la Molina estaban a tope, eran otros tiempos. No queda nada de entonces. Hotel vacío, sin servicios, sin bar ni restaurante, apenas recepción y un desayuno con napolitanas duras. La puerta de la habitación no cerraba por rascar contra el suelo y la ducha no tenía soporte donde sujetarla mientras te duchas. En fin, ese gran hotel que fue y del cual no queda prácticamente nada, tan sólo la decadencia.

Nos han tratado muy mal. Los responsables del hotel no tienen ningún interés en el negocio, y el trato hacia el cliente es muy desagradable. Indiferencia, pasotismo y mal trato hacia los clientes. Hicimos reserva a través de una caja Wonderbox Estancia Spa¬Gourmet. Pero el hotel no ofrece ninguno de los aspectos anunciados en la Wonderbox ( ni hay spa, ni ofrecen cenas....). Reservamos una habitación con ducha ( petición hecha por correo electrónico y por teléfono) porque mi marido tiene movilidad reducida, y cuando llegamos al hotel y subimos a la habitación vimos que había bañera en lugar de ducha. Solicitamos cambio de habitación y nos dijeron que si queríamos ducha deberíamos ir a la primera planta del hotel, pero que la primera planta no tenía encendida la calefacción y que deberíamos esperar hasta que se calentara la habitación. Dejamos las maletas en la habitación con ducha y bajamos al comedor del hotel a esperar a que se calentara. ¡Dos horas después subimos y la habitación estaba helada! Hacía un frío horrible y pedimos hablar con los responsables para explicarles que allí no se podía estar y que queríamos, de nuevo, un cambio de habitación. Los responsables del hotel no quisieron hablar con nosotros, no quisieron atendernos ni por teléfono, y su respuesta, a través de la chica de la recepción fue que ya habíamos entrado en la habitación y que no nos la podían cambiar! ¿¿¿Entrado???¡Pero si estuvimos todo el rato en el comedor del hotel esperando que se calentara! Y nos dijeron que si nos queríamos marchar del hotel que nos fuéramos pero que no nos devolverían el dinero. Un trato hacia el cliente indignante. Además, el estado de la habitación de la primera planta era lamentable, todo muy antiguo, dejado y estropeado. Instalaciones muy antiguas. La persiana estaba rota, la cisterna del WC también estaba rota, y el flexo de la ducha también. Un estado lamentable, además de no tener calefacción .... Ni tienen el hotel en condiciones, ni tienen personal, però lo peor es el trato y la indiferencia de los responsables del hotel. Sólo tienen una chica en la recepción que es la que tiene que hacerlo todo: atender la recepción, hacer y servir los cafés etc del bar, subir mantas a la habitación... Hace tanto frío en el hotel que, según nos contó la chica, cada noche los clientes le piden mantas extras para poder aguantar el frío que hace...porque sólo pueden poner la calefacción a 20 grados, y eso en la planta 4rta, ¡que es la que sí tiene calefacción! ...porque en la planta primera....que la tienen cerrada....el frío es inaguantable. Finalmente, eran las 21 h, nos quedamos en la habitación con bañera, la de la 4ª planta, para poder aguantar el frío, aunque mi marido tiene movilidad reducida y no se pudo lavar. No quisieron darnos una habitación con ducha donde funcionara bien la calefacción, aunque es lo que habíamos reservado y pagado. Un trato vergonzoso hacia los clientes. Lo peor. Los responsables del Hotel Súper Molina no tienen nin