Alda Coruñamar

Estuvimos 4 días y no pudo ir peor. Un día sin luz y otro sin agua caliente. Las camas son viejas e incómodas en cuanto te tumbas se hunden. La ducha es viejisima la mampara rota y no se podía cerrar. Se oía todo de la habitación de al lado. Yo no lo recomiendo ni para dormir una noche.

El hotel no debería ser definido ni cómo hostal, ni cómo hospicio. Tiene humedades. Los baños no son limpios. El aislamiento es nulo. Se escucha a las parejas en sus asuntos. A las familias con los niños. A la gente roncar, algunos con una apnea francamente preocupante. Encontramos pelos, incluido en el bidé dónde había un pelo rizado. Ya podéis usar la imaginación. No tienen Spa pero si necesitas un exfoliado tira de sus maravillosas toallas tipo lija, igual te deja el cutis liso que te pule un tablón a grano fino. Dicen que son varios empleados pero para una recepción es cómo "me encantas porque estás cómo ausente". Encontramos que las camas tenían unos colchones nivel corchopan. Y las sábanas y demás eran de baja calidad, incluso una tenía un agujero, claramente degustado por alguna polilla. Después de la primera noche de estancia desperté con picaduras, pensé en mosquitos pero al cambiar a otras habitaciones en los días posteriores tuve más picaduras a pesar de cubrirme con manta. Lo cual me llevo a pensar que era otra cosa y cada vez se me inflamaba más. Y picaba un montón. A mí vuelta, ya en casa, tuve que ir a urgencias y resulta que el dermatólogo dictaminó que eran picaduras de chinches. Lo cual deja mucho que desear de un establecimiento. Es un foco plagas e infecciones. Sinceramente no volvería ni loco ahí. No sé lo recomendaría ni a mí peor enemigo. Una de las almohadas tenía manchas de sangre por debajo de la funda de la almohada y la colocaron para que no se viera. Ahí han ocurrido cosas interesantes. Sería recomendable poner mosquiteras o insecticida eléctrico, porque salí con más picaduras de "algo" más que en una sesión de acupuntura. Con los consecuentes picores, más ruido de la calle, más ruido vecinal, en conclusión: no es hotel para descanso. Adjunto fotos como pruebas. También indicar que durante toda la estancia los empleados estuvieron desde la mañana trabajando. El penultimo día le mostramos las picaduras de chinches. A la mañana siguiente se tenía que salir pronto. Pero que curioso que no estaba el recepcionista y no podíamos obviamente esperar con lo cual no pudimos pedir una hoja de reclamaciones. Lo cual me parece mucha casualidad. En resumen es un hotel que no sigue normas de sanidad, higiene, mobiliario en condiciones, fontanería en condiciones, aislamiento en condiciones y carencia de instalaciones o adminículos. Para el precio que es no se corresponde. Yo lo defino cómo una experiencia inolvidable,... Por traumática.

La primera en la frente, llegamos y no hay nadie, nos dan la clave para entrar sin verificar que éramos huéspedes, por lo que podría entrar cualquiera. La recepción es carente de todo. No hay ascensor, ni cafetería, ni nada que haga pensar que sea un hotel y no una pensión de hace 40 años. Las habitaciones más sencillas imposible, los armarios con humedades, las persianas por dentro de las ventanas, el baño parecía sacado de cuéntame, la alcachofa de la ducha ni se sujetaba, dos toallas para tres personas y todo lleno de humedades, sin hablar de que para abrir la puerta del baño hace falta tener más brazo que La Roca. Las pareces parecen de papel, se escucha absolutamente todo de una habitación a otra. La verdad que nada que ver con las fotos que hay en internet. Si puedes, no vayas, merece la pena pagar un poco más e ir a un sitio en condiciones.