Hotel Sarajet 1821

Nous avions réservé et payé à l'avance 2 chambres dans cet hôtel. A notre arrivée à 18h30 il n'y avait personne à la réception. Après avoir téléphoné et attendu longtemps quelqu'un de peu aimable est arrivé pour nous dire que l'hôtel était surbooké et nous a proposé un studio chez l'habitant situé en dehors de la ville et sans petit déjeuner ( que nous avions payé à l'avance). Hôtel à éviter pour ne pas avoir de mauvaises surprises.

Hôtel tout simplement parfait. Situé dans une petite rue typique de Gjirokastër, pas loin du vieux Bazaar. Notre chambre était très jolie et très propre. David était d’une grande hospitalité et très sympathique. Il est toujours inquiet de savoir que tout se passe bien et nous a aidé à garer la voiture. Il était également hyper réactif aux messages et était disponible pour répondre à toutes nos questions. De plus, le petit déjeuner est au top, un vrai régal.

No llegamos a dormir en el hotel porque el dueño canceló nuestra reserva unilateralmente para vender las habitaciones a un grupo de kosovares. Nos dijeron que nuestras habitaciones no estaban disponibles a causa de una avería y nos pidieron que cancelaremos la reserva. Al llegar, la puerta del hotel estaba abierta, pero no nos recibió nadie. Tras comprobar que la mayor parte de las habitaciones del hotel estaban vacías y en perfectas condiciones y tras media hora de espera, apareció el dueño del hotel, que nos impidió acceder s las habitaciones y nos cerró la puerta en las narices. Finalmente, nos alojamos en una casa de huéspedes cercana, y al volver a pasar por delante del hotel, vimos al dueño acompañar al mismo s un grupo procedente de Kosovo. Además de cancelar nuestra reserva y dejarnos en la calle, fue grosero, maleducado, mentiroso y machista. Su actitud empañó nuestra buena impresión sobre la bella ciudad de Gjirokastra y nos dejó un mal sabor de boca.

No me alojaría en este lugar, aunque fuera el único establecimiento del país: nos mintieron, nos engañaron, nos dejaron en la calle sin ofrecernos ninguna alternativa y mientras nos gritaban: "este es mi hotel y yo decido quién se aloja en él" nos dieron con la puerta en las narices. El propietario había vendido nuestras habitaciones a un grupo y, después de marearnos todo el día, canceló nuestra reserva unilateralmente y sin otra explicación que "ese era su hotel". Por otro lado, la información que aparece en Booking es engañosa, pues afirman tener parking propio y gratuito en el establecimiento, pero lo cierto es que, mientras discutíamos con el propietario, llegó el grupo al que le habían vendido nuestras habitaciones y les indicaron que aparcaran en medio de la calle pues no disponían de parking. No lo recomendaría bajo ningún concepto, no cumple las directrices mínimas de Booking y la palabra "hospitalidad" no se encuentra dentro de sus esquemas. Nadie merece ser tratado así y hay muchos alojamientos maravillosos en Gjirokastër como para perder el tiempo reservando en este sitio.