Fjærland Fjordstove Hotell - Huseby Hotelldrift As

Das Hotel lieht im Fjærland-Fjord, abseits der Touristen-Ströme - wer gerne Trubel mag, sollte sich ein anderes Hotel suchen. Für Ruhesuchende ist es einTraum. Wir hatten als Paar ein Familienzimmer - somit mehr als genug Platz. Sehr zu empfehlen ist auch das fantastische Dinnermenu - es wird viel Wert auf frische und lokale Lebensmittel gelegt. Die Qualität schmeckt man auch!

El hotel está situado en un sitio idílico. El desayuno casero estaba muy rico, y las camareras muy agradables, al igual que la chica de recepción de la mañana. Un detalle que atendieran nuestra petición con respecto a los niños. Está situado cerca del Museo del Glaciar. Lo negativo: El hotel nos decepcionó muchísimo. La relación calidad-precio no corresponde en absoluto, está harto sobrevalorado y por lo que cuesta te esperas mas. La habitación era diminuta, con las camas muy muy incomodas y pequeñas (tuvimos que juntarlas para dormir cómodos). El baño, nada mas abrir la puerta te topas con la ducha, y al fondo el wc, sin mampara que los separe o proteja la puerta de madera del agua. El lavabo está en la habitación. Es incómodo todo, y como dicen otros comentarios de clientes, con la excusa de mantener el encanto de lo antiguo, está muy descuidado, es factible llevar a cabo una reforma sin que el hotel pierda su atractivo, y que los clientes puedan recibir al menos la comodidad por la que pagamos, de lo contrario, reducir el precio sería lo razonable. Las paredes son de papel, teníamos la sensación de estar molestando todo el rato. Las escaleras para subir al segundo piso son bastante empinadas. Dado que hasta la guía Lonely planet lo recomienda (antes de pandemia), decidimos cenar allí, craso error! El trato por parte de los camareros fue pésimo, poco amable y servicial, desconsiderado, no nos ofrecieron bebida ni la carta de vinos, y apenas estaban presentes más que para servir los platos, se hacía difícil solicitar algo. La comida no estaba a la altura, un gazpacho bastante aguado como entrante (somos de Andalucía) que estropearon sirviéndolo con pimienta negra (con un resultado muy muy picante), en el plato principal las verduritas estaban ricas y bien cocinadas, pero la carne..... tuve que desechar mas de la mitad porque era imposible de masticar, estaba dura y seca. Tardaban mucho entre plato y plato, y la comida llegaba a la mesa prácticamente fría. El precio por esa cena, desorbitado. Y por el plato de spaguetti de los niños, lo mismo, una cantidad muy pequeña para un precio desproporcionado. Y por si esto fuese poco, el check out es tempranísimo, a las 10:30. Lamentándolo mucho, no puedo recomendar este hotel.