Oceana Resort & Conventions

Durante nuestra estadía en el Resort Oceana, del 14 al 16 de agosto, encontramos aspectos positivos, pero también varias áreas de oportunidad que consideramos importantes de señalar. Las instalaciones son agradables, en especial el área de recepción, aunque el personal en ese espacio se percibía cansado y con poca disposición de servicio. Al momento de la reserva se nos indicó que la habitación tendría características diferenciadoras respecto a las demás; sin embargo, al realizar el check-in no se nos brindó ninguna explicación ni detalle al respecto, lo cual generó confusión. Asimismo, notamos que el minibar incluía pocas bebidas y no fue reabastecido al día siguiente, lo que resta valor a la modalidad “todo incluido”. La experiencia gastronómica no estuvo a la altura del precio. Únicamente el restaurante italiano ofreció una propuesta satisfactoria; los buffets, en cambio, presentaban opciones limitadas y, en su mayoría, alimentos fríos. Consideramos que debería habilitarse un servicio de snack disponible después de las 10:00 pm, tal como ocurre en otros resorts de la misma categoría, ya que a esa hora ya no existen opciones de comida o bebida disponibles. Adicionalmente, nos resultó poco razonable que antes de las 10:00 am no se pudiera solicitar una Pepsi Black, entendiendo que las restricciones deberían aplicar únicamente a bebidas alcohólicas. Reconocemos y valoramos el trabajo del equipo de entretenimiento, cuyo entusiasmo y buena actitud lograron que nuestra experiencia en el área de piscina fuera muy agradable. No obstante, en contraste, el servicio en bares mostró carencias importantes: la atención de algunos colaboradores fue poco cordial, en especial en el snack bar de piscina y en el bar del buffet, donde la actitud de las colaboradoras fue distante y poco amable. Finalmente, al momento de la salida, no se nos informó previamente que era necesario devolver las toallas de piscina en un lugar específico, lo que ocasionó una demora innecesaria en el lobby mientras se verificaba con el área de ama de llaves. En conclusión, aunque el resort cuenta con instalaciones agradables y un buen equipo de entretenimiento, la relación calidad-precio no corresponde a lo esperado. Sería recomendable que se refuercen aspectos como: La calidad, variedad y disponibilidad de la comida y bebidas. La reposición adecuada del minibar. La capacitación del personal en servicio al cliente y amabilidad. La comunicación clara de políticas internas para evitar inconvenientes a los huéspedes.

El servicio en la recepción y los jóvenes que ayudan con las maletas en la habitación me parece excelente, las habitaciones están muy bien, los shows, el restaurante Bambú y el entrenamiento también. He estado yendo desde 2020 se convirtió en mi hotel favorito, lastimosamente esta última vez me sentí decepcionada con la comida, estaba HORRIBLE, no entiendo si fue el cambio de menú o algún cambio de chefs pero la comida estaba espantosa en los tres tiempos de comida, estaba mejor los snacks, la comida del restaurante napoli estaba incomible de lo espantosa que estaba, sin sabor, como que uno estuviera comiendo cartón, el ceviche estaba horrendo y encima el pescado estaba tan duro que ni masticarlo se podía, quedé bastante decepcionada, preferiría llevar mi propia comida desde mi casa que comer esa comida tan espantosa que estaban dando en el hotel.

Excelente servicio al cliente desde el personal del check -in hasta los de limpieza muy amables y profesionales