Residencia Real del Castillo de Curiel

El castillo es precioso y la sensación de dormir allí, te hace transportar a la edad media con todos los lujos actuales . La decoración totalmente acorde con la época , la gente del hotel y dueños encantadores , para poner el punto final nos regalaron una visita a la iglesia que poseen como bodega . Un sitio super especial con una historia contada del entorno , el castillo y la iglesia maravillosa , sin duda volveré y me alojaré en el castillo nuevamente . En esta ocasión el fin de semana me tocó la habitación 110 correspondiente a Pedro I llamado el ‘Cruel’, cada habitación tiene su nombre con una reseña sobre la propia habitación .

Mi estancia en el Castillo de Curiel fue simplemente excepcional. Desde el momento en que llegué, la imponente estructura histórica me transportó a otra época, rodeada de paisajes espectaculares que reflejan la belleza de la Ribera del Duero. El ambiente combina perfectamente la majestuosidad medieval con las comodidades modernas, creando una experiencia única. El personal fue increíblemente atento y cálido, asegurándose de que cada detalle de mi estancia fuera perfecto. Las habitaciones, elegantemente decoradas, ofrecen vistas panorámicas de los viñedos y el valle, proporcionando una atmósfera de paz y relajación inigualable. El restaurante del castillo es un verdadero deleite gastronómico. Disfruté de una cena exquisita con maridaje de vinos locales, que destacó la riqueza culinaria de la región. Además, las actividades como visitas a bodegas cercanas y paseos por los alrededores hicieron que mi experiencia fuera aún más enriquecedora. El Castillo de Curiel no es solo un lugar para hospedarse, sino un destino en sí mismo. Es ideal para quienes buscan historia, lujo y una conexión auténtica con la cultura de la Ribera del Duero. Sin duda, regresaré en cuanto tenga la oportunidad.

Un lugar muy recomendable Un lugar excelente tranquilo, lleno de historia, con personal amable, capacitada e increíblemente cómodo. Sin duda, recomiendo esta opción.

Un castillo histórico espectacular con unas vistas impresionantes en un lugar tranquilo. El personal encantador y un desayuno muy bueno. A destacar la amabilidad del personal que te narra de forma muy amena e interesante la historia del castillo. Lástima que no pudimos asistir a la visita guiada a las bodegas. Una estancia maravillosa para repetir.

Solo estuvimos una noche, pero nos encantó. habitación cómoda, vistas espectaculares, restaurante con buena cocina. Decoración hecha con gusto. El personal de 10. Por poner alguna pega, desayuno bueno pero mejorable. En el baño habia bañera. Deberia tener una barra de agarre, por seguridad.