Sol Sun Beach

Hemos pasado unos días en este hotel y el personal de recepción y sobre todo del comedor son muy amables. El problema lo tiene el hotel por las cucarachas en las plantas bajas y los gatos callejeros que campan a sus anchas por las terrazas, tirando de las toallas tendidas para jugar y dejando sus necesidades por todas partes. Aunque nos gustan y tenemos animales, mi marido e hija tienen alergia el pelo de gato, si el hotel no permite mascotas debería tomar medidas para la comodidad de sus huéspedes. En el comedor están todos los días esperando alimento de algunos de los huéspedes. Cierto es que cuando nos quejamos, muy amablemente nos cambiaron de habitación a una en planta más alta. En cuanto a la habitación, muy amplia y cómoda aunque la limpieza algunos días era escasa. El exterior, suelos, está muy descuidado. Solo limpian la recepción y la entrada. Espero que puedan mejorar en estos aspectos porque tiene una muy buena ubicación a pie de playa y con las reformas que están realizando podría ser mucho mejor.

Lo mejor, lo cerca que está de la playa y el trato tan amable y cordial del personal. El apartamento era espacioso y estaba limpio, las camas eran muy cómodas y la cama debajo del sofá (donde dormía mi hijo) era también cómoda, lo cual es bastante poco habitual con los sofás cama de los hoteles. La piscina es fantástica y solo tuvimos problemas para encontrar tumbona un día (a pesar de que está indicado, la gente reserva tumbonas todo el día dejando la toalla encima, lo habitual, vamos). El restaurante del buffet de desayuno y cena está bien, la comida era variada y siempre reponían todo en cuanto se terminaba. No nos gustó el detalle de cobrar la bebida en la cena habiendo pagado por la media pensión. Ese dato no se indica a la hora de hacer la reserva. Creo que lo mínimo sería ofrecer un agua o refresco y cobrar cualquier bebida adicional o alcohólica. O al menos tener fuente de agua disponible, como en el desayuno. También es una pena que la TV de pantalla plana tuviera acceso a plataformas de contenidos de streaming pero no se podían utilizar porque la TV no se conecta an internet (así me lo confirmaron cuando pregunté). Tampoco pudimos usar el Chromecast que llevábamos porque la TV estaba tan anclada a la pared que no podíamos acceder a una entrada de USB o HDMI. Por último, echamos mucho en falta una auto lavandería, como suele haber en todos los complejos de apartahoteles. De hecho, había un cartel en la habitación indicando que había autolavandería disponible (incluso en su página web aparece), pero cuando pregunté me dijeron que a causa de las obras de reforma la habían cerrado temporalmente. La alternativa era el carísimo servicio de limpieza. Creo que deberían haber reubicado la lavandería para seguir ofreciendo ese servicio a los clientes.