Hotel Boutique Casadoca

Es un hotel no amigable para personas con movilidad reducida. Cuando llegué al hotel llamé por que no podía encontrar el acceso de los estacionamientos y me confirmaron por teléfono que cuentan con estacionamientos, pero ellos eligen a quién asignarle uno. Le comenté al recepcionista que tenía poca movilidad y que no podía subir escaleras lo cual él me contesta que nuevamente no me podían pasar uno por que no tenían muchos estacionamientos disponibles. Le comenté que tenía documentación que avalaba que estaba accidentada pero no le importó. Tuve que pedir ayuda a mis colegas para que me ayudaran a subir todas las escaleras del hotel para llegar a la sala de reuniones que se encontraba al mismo nivel de los estacionamientos y cuando llegué, para mi sorpresa, me encuentro con que había 4 estacionamientos disponibles. Me confirma el recepcionista del hotel (una vez llegada a recepción) que no quisieron pasarme uno y que así funcionaba el hotel. A la noche tuve que volver a pedir ayuda para bajar las escaleras y me encontré con que no cuenta con iluminación, ni barandas para apoyarse siendo un peligro para todos los huéspedes que alojan ahí. No recomiendo para nada este hotel por su mala la recepción y poca empatía para personas que puedan tener problemas de movilidad cómo yo u otros huéspedes.

Después de haber estado en el Radisson ....me vuelvo si o si al Casadoca. Las piezas, la vista, la atención del Nico, la flexibilidad en los horarios..... ya he ido 2 veces y seguiré yendo cada vez que vaya a correr a la 5ta región., Los felicito!

Precio /calidad regular. La habitación de buen tamaño, sin embargo no destaca por sus muebles o su decoración. Le falta un escritorio. La habitación que nos asignaron no tiene buena privacidad o una vista particularmente bella. La cama es confortable. Tiene una buena ducha, lo que se agradece. El spa funcionaba parcialmente. El personal es muy amable.

Lo diré en simple: Es el hotel que en relación precio-calidad, peor me he quedado. Pero con diferencia. Pocas veces en mi vida me he sentido tan estafado. No lo puedo describir de otra forma. Un robo a tal nivel de engaño, que hubiese preferido que me asaltara afuera y me robaran los cerca de 400.000 pesos que cobran por dos noches. ¿Cuáles son las bases que sostienen esta opinión? 1. La habitación es antigua (que no es ningún pecado), pero es húmeda, mal cuidada y sucia. Comencemos por la cama: Un colchón malgastado e incómodo. Los closet, al abrirlos, se ve que la pintura de la pared está quebrajándose de la poca mantención realizada. Al interior, cuando llegamos estaba la mesa y la silla (oxidadas y sucias) que deberían estar en la terraza (también sucia, llena de hojas y excremento de pájaros). Las alfombras pareciera que no las han aspirado desde que se instalaron y la pared que da al baño con filtraciones que hacen que el agua y la humedad pasen a la pieza. 2. En relación al servicio y la atención no puedo si no sentir que ha cero cuidado al visitante: No nos limpiaron la habitación una vez que salimos. Llegamos de un paseo a las 16 hrs (habiendo salido a las 10.30) y no habían limpiado nada. Una vez que lo solicitamos se demoraron exactamente 15 minutos en tenerla “limpia”. 3. ¿Qué puedo decir del desayuno? Una vergüenza. La verdad que me daría vergüenza en un hotel de este tipo y de este precio, presentar algo así - pan, té, huevos, fruta. Es todo. Lo sirven a la habitación en una bandeja roñosa y poco cuidada. Cero preocupación por los detalles y la comodidad. Para qué decir que las cosas que pides, finalmente no llegan o te cambian las porciones. No hay adjetivos que permitan hacerse una idea de semejante “propuesta” 4. El baño, sin el ánimo de ser desubicado, es horripilante. Las toallas no están limpias. Tienen ese olor a humedad tan detestable. Las paredes están llenas de manchas de agua y el jabón y accesorios son de la peor calidad. “Hotel boutique” - No tendría cara para llamarlo así. 5. El tiempo es corto. Pero no quiero dejar de mencionar que la habitación que escogimos era “premium”. He tenido la fortuna de conocer varios hoteles. Éste, nunca, pero nunca, funcionando así, llegará a ser “premium”. 6. Las explicaciones quizás estén demás. Siempre hay una excusa para la mediocridad. Siempre hay se inventa una razón para la desvergonzura. Comento además, que iniciaré un reclamo al SERNAC entregando fotografías y videos. Si alguien más se siente así, que me responda y me contacte para estructurar algo colectivo.

Reserve mediante correo electrónico una habitación con jacuzzi, en la cual jamás validaron mi reserva por lo que me quede en la habitación junior suite, por un valor de $200.000, la cual no lo valía, una terraza pobre, con dos sillas y una mesa, y en si la habitación no era lo que se veía por fotos, mala atención en general, no volvería a este hotel, no desperdicien su dinero.