Hotel Balneario de Compostela

Hotel de tres estrellas cómodo, tranquilo y con un personal, por lo general, muy amable. Es un buen lugar para quienes deseen conocer Galicia en coche, y no está muy lejos de Santiago. El pueblo más cercano está muy cerca y se puede llegar caminando en sólo 20 min con buenas opciones para comer o hacer algunas compras. Lo mejor: ✔ La amabilidad del personal. ✔ El desayuno buffet correcto pero repetitivo. ✔ Habitación doble amplia, con sala de estar ✔ Baño amplio con bidet. ✔ Habitación muy limpia. ✔ Albornoz y chanclas y secador de pelo disponibles. ✔ Parking amplio con plazas grandes. ✔ Lugar apartado de las urbes, muy silencioso y tranquilo por la noche. Lo peor: ✔ La puerta de la habitación está muy dura para abrir y cerrar. ✔ Un solo ascensor con mucho uso, especialmente por los clientes del balneario. ✔ Las habitaciones de la ultima planta tienen el techo inclinado y es fácil golpearse con la cabeza. ✔ Escasez de papel higiénico. ✔ El desayuno buffet podría tener más opciones de gastronomía gallega y zumo natural. ✔ No hay cafetería, solo máquinas expendedoras. ✔ Ausencia de artículos de aseo de cortesia (cepillo, pasta dental, champú, etc.)

Le sobra por lo menos una estrella. Cama estrecha e incómoda, al igual que la ducha. Quizá el problema radique en que necesita una puesta a punto urgentemente. Terraza exterior muy descuidada, sin limpiar, los ceniceros llenos de colillas muy antiguas. Pero lo peor, el restaurante. Contratamos media pensión y fue un gran error, cualquier bar con menú del día ofrecería mejor comida y más variedad. Le llaman bufé simplemente porque te tienes que servir tú la comida, no por la variedad. El desayuno tampoco vale la pena en absoluto. El personal, lo mejor, hacen lo que pueden con lo que tienen

Tengo que decir que mi estancia en este hotel ha sido nefasta en cuestión de dirección por parte del Sr. Director el cual no me quiso decir ni su nombre. Quise hablar con él y me atendió en medio de la recepción sin educación ni respeto alguno. Según él,mi opinión o argumento no le interesaba. Dejándome con la palabra en la boca mientras se alejaba. Sólo le quería pedir un simple jarrón para unas flores que me habían enviado por mi cumpleaños.Y él lo único que supo contestar,fue que lo tenía que traer yo.Creo que no son maneras de atender a un cliente. Si el lleva según él 30 años en hostelería,yo llevo 35. Me dió vergüenza ajena que siendo del mismo gremio actuase así. Por lo tanto no voy hablar ni de las instalaciones,ni del personal,ni de nada más. Sólo decir,que no se lo recomiendo a nadie de mi entorno. Aquí dejo mi opinión. Podría poner 20.000 pegas y muy negativas,pero ahí lo dejo. Nada más que decir.......

Es un balneario que tiene unas instalaciones no muy grandes pero muy placenteras. El personal es muy acogedor y agradable. La cocina es sencilla pero muy bien elaborada. Los desayunos son bastante completos. Los cocineros están pendientes de que no falte de nada. Muy bien. Las habitaciones y limpieza son estupendas. El bus para ir a Santiago sale a 50m del hotel y en Bertamirans, donde está el hotel hay de toda clase de comercio. Repetiré siempre que pueda

Hemos estado tres personas durante 6 días. El hotel y el balneario son muy acogedores. El personal es súper amable y encantador. La habitación triple que nos asignaron era muy amplia. La comida de buffet, sin grandes pretensiones, muy rica y abundante. Por mis características personales agradecería una cama articulada y un ascensor para el acceso al circuito termal. Seguramente repetiremos. Muy recomendable.