Kyusagi
December 19, 2024
Conocí Selva Teenek gracias a su labor como protectores de la fauna silvestre, una labor bastante necesaria en un país como el nuestro. Llegar desde Ciudad Valles fue bastante fácil incluso en transporte público pero la verdadera magia comienza al cruzar las puertas. La atención es personalizada para cada grupo de viajeros y el staff es increíblemente amable y atento a cada necesidad en partícular. Las instalaciones están en excelentes condiciones y te explican cómo cada detalle está pensado para una convivencia armoniosa con la naturaleza. Las cabañas están muy bien equipadas, tienen acabados preciosos en pisos y techos y cuentan con amenidades como aire acondicionado o calentador para los días fríos. Las camas son amplias y cómodas y persianas blackout para dormir y evitar el paso de la luz. Cuentan con restaurante con platillos deliciosos y son muy flexibles y atentos ante cualquier restricción de dieta o requerimiento. El recorrido por los recintos de los animales es precioso: cada uno de ellos tiene una historia muy interesante y los guías cuentan con mucho cariño cómo es que llegaron ahí y los esfuerzos que hacen para cuidarles. Entre los animales que podemos observar están el jaguar, puma, ocelote, margay, martucha, grisones y tamandúas, especies que son difíciles de ver en otro tipo de espacios. La ubicación también es perfecta pues no muy lejos del lugar están las cascadas de Micos, perfectas para nadar, almorzar o animarse a practicar salto de cascada. Sin duda es un destino increíble para los amantes de la naturaleza o para quienes buscan salir de la rutina y desconectarse un poco.
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