Hotel Virgen de Covadonga

El hotel está céntrico y como estuvimos alojados en la parte reformada no tengo ninguna queja al respecto. El problema vino con el pack de “Experiencia gastronómica asturiana” que contratamos. Como era nuestro primer viaje a Asturias decidimos coger esta pack para hacernos una idea general de la comida y tras esta experiencia no pensamos volver a Asturias en mucho tiempo. El menú de comidas y cenas consistió en varios platos combinados con “delicias asturianas” las llamaron, pero no dejan de ser empanadillas, croquetas y rabas de calamar (congeladas y de calidad media-baja), patatas bravas también congeladas, mejillones resecos, una degustación de quesos que consistía en 4 triángulos de cuña de queso cortado a su vez en 4 partes y que no nos indicaron en ningún momento cuales eran, una ración de ensaladilla rusa (estándar), tortilla de patata de supermercado, huevos cocidos y más rabas de calamar, de 4 platos combinados en 3 de ellos había rabas. Unos trozos de pollo (parecía carcanada de pollo) frito hasta el punto de quemado. Unos trozos de pescado rebozado que no estaba malo pero lo habían frito en aceite demasiado sucio y tenía restos quemados de otras elaboraciones. Los segundos platos fueron una fabada en la que los embutidos estaban buenos pero estaba demasiado aceitosa y unos escalopines empanados con patatas fritas congeladas y un bol de salsa de queso que solo sabía a nata. El pan, que me habían dicho que en Asturias era excelente en este caso se puede calificar simplemente como malo, una miga aireada y fofa. Solo se salvaron los postres, probamos las natillas, arroz con leche y un flan de queso que estaba muy bueno. Para beber una botella de sidra que no nos gustó, aunque se podía beber. Adjunto fotos de todo.

Muy céntrico, muy nuevo y muy limpio. La única pega es que no me facitaron el poder adquirir una noche más, aunque sea en otro hotel, ya que nos dijeron que ellos estaban completos.