La Manigua Hostal

super todo, desde la comida hasta la atención de los empleado y unas vitas super hermosas. Muy contenta de la elección que tomamos.

Lo bueno El lugar es muy bonito y acogedor, todo el personal sin excepción son muy amables, lo que uno necesite siempre estan dispuestos a ayudar, serviciales, su calidad humana es indiscutible y lo hacen sentir como en casa a uno, la comida es espectacular, demasiado rica, platos caceros recien hechos, el sitio es lindo tiene zonas verdes para disfrutar y vista hacia el mar. Los cuartos con aire, tv con tdt, camarotes, limpio, apenas para la estadia. En nuestro cuarto hubo un mini corto, y sin dudarlo trataron de arreglarlo, pero como no se pudo nos cambiaron de inmediato de cuarto. Oportunidad de mejora En la habitación que nos encontrabamos cuando llovia duro se entraba un poco el agua al piso. Lo unico por mejorar, sin embargo, aun con esto, nuestra estadia en el sitio fue maravillosa y volveriamos sin pensarlo nuevamente.

Es un lugar maravilloso, perfecto para desconectarse. Cuando baja la marea se forma una playa encantadora, las instalaciones son impecables, es muy cómoda la habitación, muy limpia, con aire acondicionado y vista al mar brutal, la atención fue increíble y la comida exquisita. Además ofrecen recorridos desde el hotel a piscinas de agua dulce y cascadas.

Habitaciones muy limpias, comida deliciosa, muy buena atención. Espacios super lindos para desconectarse y conectar con la naturaleza. Espacios con agua dulce, cerca de la playa y el muelle, privacidad, mucha zona verde. Tratar de cuidar el agua, no es potable así que procura tener tu agua o en el restaurante te regalan agua tratada para que tomes si no te cae mal

Excelente . Súper ubicación , vista al mar , un lugar mágico y agradable, la atención muy buena , la comida deliciosa . Lo recomiendo 100% Muchas cosas por hacer, caminata , playa y mar. La gente local es muy amable , el transporte de plata en plata es económico .

La Manigua es un hostal muy acogedor y tranquilo. Las habitaciones son cómodas y realizan limpieza a diario. El restaurante incluye platos típicos del Pacífico así como proteínas diferentes a pescados y mariscos. El sazón es excelente y sirven buenas porciones. Además de la cocina, otro punto a favor es la excelente vista del mar e islas aledañas desde las habitaciones de los pisos 2 y 3. Su ubicación hace que se goce de un sector de playa casi que exclusivo, el cual se puede aprovechar en las tardes cuando la marea baja. A diferencia de vacacionar en la costa Caribe, acá no tuvimos vendedores ambulantes acediándo. El personal en general es muy amable y diligente con lo que se necesite, por ejemplo, como cuando la marea es alta (mañana hasta casi las 3pm) y hay que cruzar en lancha el arroyo que separa el hostal de Juanchaco. Cuando la marea es baja, el arroyo se cruza a pie. Cosas por mejorar: 1) nuestro televisor no tenía señal; 2) ofrecer o brindar información sobre planes o actividades de recreación que no necesariamente sean las que intermedie el hostal. ¡Sin duda volveremos, Gracias!