Guest User
January 7, 2025
Mi experiencia en Gammel Dansk en Búzios fue, lamentablemente, decepcionante. El hotel no es apto para personas con problemas de motricidad, ya que no cuenta con rampas y tiene una gran cantidad de escaleras. En total, hay 124 escalones entre la entrada principal y las habitaciones, lo que hace muy difícil el acceso, especialmente para personas con dificultades de movilidad. Además, el personal de recepción no fue del todo honesto cuando solicitamos un cambio de habitación debido a la incomodidad de las escaleras. Nos informaron que no había disponibilidad, pero más tarde descubrimos que había otras habitaciones disponibles. Esto dejó una mala impresión sobre la transparencia y la atención al cliente. El desayuno fue bastante básico, con pocas opciones y sin ninguna variedad destacable. No se siente como una oferta completa, especialmente cuando se compara con otros lugares en la zona. Además, el hotel no cuenta con servicio de restaurante, lo que limita aún más las opciones gastronómicas si no se desea salir. En cuanto a la ubicación, está a una distancia media del centro comercial, lo que implica un paseo algo largo si no se cuenta con vehículo. Las habitaciones son normales, sin grandes lujos, aunque la limpieza estuvo bien. Un detalle particularmente molesto fue la puerta del baño, que es de vidrio esmerilado. Esto provoca que entre luz constante, lo cual puede ser incómodo, sobre todo si prefieres descansar en un ambiente oscuro y relajado. La atención en la barra de la piscina también dejó mucho que desear. El servicio fue mediocre y el personal no se mostró particularmente interesado en brindar una experiencia agradable. En resumen, la posada Gammel Dansk tiene varios puntos negativos que deben ser tomados en cuenta, especialmente si tienes problemas de movilidad o buscas un servicio más personalizado. No volvería a hospedarme aquí debido a la falta de atención a los detalles que realmente marcan la diferencia en una estadía.
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