Guest User
February 22, 2025
Armonía, paz, cordialidad son acepciones de la palabra Concordia, nombre que recibe este maravilloso Parador, mezcla de castillo y palacio aragonés, a cuyos pies se extiende la ciudad. La amabilidad por parte del personal del Parador es una constante. En la recepción ya se percibe este trato con indicación de las diversas actividades turísticas en la capital del Bajo Aragón. Tomar un refresco en la cafetería ubicada en una estancia abovedada con una elegante decoración incluidas unas pinturas murales de inspiración medieval es una experiencia inigualable. El restaurante, situado en el salón llamado “La Concordia” y de imponente decoración palaciega, destaca por su bello techo de viguería de madera. La iluminación del salón, muy conseguida, procura el suficiente sosiego para degustar su oferta gastronómica, mezcla de tradición y vanguardia con platos noblemente ejecutados. Inolvidables el arroz aragonés con borrajas y boletus o el delicioso ternasco de Aragón, exquisito manjar. En el capítulo del descanso, en las habitaciones, equipadas con unos excelentes colchones, reina un absoluto silencio ideal para el sueño profundo. El desayuno, magnífico: frutas, tentadores almendrados y mantecados, frutas de Aragón e incluso un estructurado vino de Campo de Borja para brindar por tan memorable estancia. Una buena elección este Parador, conjunto monumental en un entorno excepcional y con una atención esmerada, que cuida cada detalle. ¡Enhorabuena a su personal!
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