Hotel Spa Elia

Me encantó tanto el hotel como la comida que hicimos en familia, estaba todo buenísimo . El trato del personal fue muy bueno.😊😊

En las afueras de Alcalá del Júcar este complejo hotelero está muy logrado para disfrutar de unas vacaciones de descanso total, que en su caso es lo que buscábamos nosotros. El enclave transmite mucha paz, rodeado de montañas de pinos y otras rocosas, abajo un río y muchos árboles por cada rincón. Aparcamiento al aire libre gratuito. Lo mejor sin duda es la piscina, con esas vistas ya casi te refrescas antes de meterte. Suficientes hamacas, sombrillas y césped bien cuidado, además de que te facilitan las toallas, un punto a favor. Destacar que la piscina y resto de instalaciones no solo son para alojados en hotel y suites, también para los alojados en casas rurales contiguas, por lo que a veces sobre todo por la tarde puede saturarse un poco más, aunque ni mucho menos aglomeraciones desproporcionadas como en otros hoteles. El servicio de Bar – Restaurante genial también, recomendamos cenar en la terraza viendo todo el valle y el pueblo, una velada espectacular con buenos platos bien servidos por grandes profesionales, sobre todo Javi y su compañera, que también están en el desayuno y ponen mucho interés para agradar al cliente. Nos facilitaron poder llevarnos el desayuno a la habitación por un imprevisto, fueron muy amables con nosotros. La habitación en nuestro caso fue el ático, y ahí vienen algunos más y algunos menos. Impresionantes vistas desde la amplia terraza, bien preparada. Disfrutar de un picnic en ella, una copa de vino y un whisky en el atardecer hace merecer la pena esta habitación, por eso la elegimos. También llamativa una ducha con preciosas vistas que hace que no quieras salir de ella. Ahora bien, la cama de 135 cm. (que efectivamente está correctamente descrita cuando haces la reserva) se ha quedado totalmente obsoleta para una habitación que se supone de nivel. No se entiende no colocar una de 150 cm. como mínimo (que cabe muy sobradamente, lo estuvimos mirando y “re-mirando” mi mujer y yo, y no le encontramos explicación...). Curioso que un hotel que no escatima no cuide ese detalle y mantenga cama de 135 cm. en la que una pareja normal no descansa tanto como se persigue en estas escapadas. Repito, eso en los tiempos que corren ya no se ve en casi ningún sitio. La limpieza la tienes que solicitar y fue la justa y correcta, sin más. Por sugerir una última mejora, la pista de pádel necesita un cartel en el que se indique que hay que reservarla previamente, no todo huésped lo sabe de antemano. Estuvimos un rato esperando mientras unos clientes catalanes jugaban un buen rato. Al preguntarles si nos cedían un poco la pista nos contestaron que no, que teníamos que haberla reservado. Por nuestro desconocimiento llevaban razón y nos fuimos con el mal trago. Que el hotel avise de esto mejor, porque está claro que la educación y la cortesía no es el punto de fuerte de todo el mundo. En resumen a pesar de las mejoras posibles, magnífico hotel y recomendable, nosotros seguro que volveremos algún día.

El hotel es muy lindo, esta ubicado a 1000m del llamado puente romano de Alcala del Jucar, el entorno es agradable. Las habitaciones son muy modernas en las mismas se ha priorizado el diseño por sobre la función por lo cual, si bien lo visual es muy importante, se ha sacrificado la comodidad del pasajero. La mesa de apoyo es mínima, no cabe una laptop para trabajar ni hay una silla adecuada para sentarse. El lavabo esta en la habitación, lo cual no merecería critica, pero la superficie de apoyo o mesada esta extremadamente baja lo que es sumamente incomodo, por otra parte la misma oficia también de mesa de noche. La iluminación es demasiado tenue y no permite leer. La habitación no tiene cafetera. En relacion a la climatizacion, dado que el ambiente estaba caluroso, quisimos bajar la temperatura pero lo único que logramos fue subir la misma, cuando al dia siguiente consultamos en la recepción nos dijeron que el equipo esta seteado para el invierno y que todavía no se podía usar en modo frio. Como puntos a favor la habitación goza de buenas vistas pero no se ve Alcala del Jucar por lo menos desde la planta baja. El desayuno es normal, un poco elemental, considerando la categoría del hotel. Cabe aclarar que no hemos utilizado el spa.

El mejor sitio donde te puedes relajar y disfrutar de paz y sobretodo de buenas personas. Las habitaciones geniales El restaurante del hotel , excelente, con una cocina inmejorable. Los mejores momentos , disfrutar en la terraza pegada a la piscina. El personal, insuperables. Javier, Jose y Lucia , han hecho que me sienta como en casa. Gracias a todos

Un lugar en el que los problemas desparecen, una terapia reconfortante, un lugar en el que se respira paz por los 4 costados, acompañado de un hilo musical increible. El restaurante inmejorable, tanto por los camareros como por el equipo de cocina, esta todo hecho con mucho amor y delicadeza. Gracias por una cocina de alta calidad. Para repetir una y otra vez.

Excelente hotel rural, por su encanto, por sus actividades y por el personal que trabaja allí. Muy profesionales y atentos en todo. El restaurante excepcional por sus platos y por su servicio. Totalmente recomendable. Ideal tanto como parejas y familias.