Hostal Los Maños

Hemos ido a tomar café y el chaval nuevo del pelo rizado con pereta un borde, malas formas de hablar, se ríe de la clientela en la cara. Espero que el jefe le pegue un toque de atención ya se que burla y se ríe de la clientela

Paramos en sagunto a cenar después de casi 11 horas de viaje y incluso tuvimos que llevarnos el mantel y los cubiertos a la mesa y a otros viajeros se los pusieron en la mesa, el servicio malisimo nos atendieron de malas maneras y cenamos una parrillada y estaba mal hecha y fría, nos cobraron 20,90 servicio malisimo los trabajadores lo mismo les da igual todo, no volveremos pésimo atención al cliente

Mal atendido, y con malas contestaciones, y malas formas, camarera muy vulgar y desaseada. Tratándo mal a los clientes. La comida casera típica de la zona. Nos arruinó la comida en familia. No entiendo como los responsables no controlan esas maneras

Hemos parado de camino a la playa por recomendación familiar y no volveremos. Los camareros estaban completamente a su bola, nos han servido tarde y mal. El pollo a la brasa crudo. El peor trato recibido en mucho tiempo.

Fue una estancia de una noche, la cual, no descansamos absolutamente nada, apenas llegamos a dormir 3h. Ruidos por todos los lados, súper mal insonorizado, el personal habla por los pasillos en tono muy fuerte sin darse cuenta que hay huéspedes que necesitan dormir y descansar y encima a horas muy tempranas hasta tal punto que se les escuchaba toda la conversación de si salían o entraban en turno, no paraban de mover el carro de limpieza de un sitio a otro bruscamente, por lo que acentuaba el ruido mucho más. Nos retrasamos 18 min exactos de la hora de salida estipulada precisamente porque cogimos sueño bastante tarde, por todos los motivos ya explicados anteriormente y nos llamaron a la puerta de la habitación que estábamos ya a punto de salir a pesar del retraso y pues la chica de la limpieza encima se molestó por ello, cuando éramos nosotros los que no parábamos de escucharla mientras intentábamos descansar. Además, se puso a hablar con la otra persona que también había del dpto de pisos y no se cortaron en preguntarse sabiendo que como clientes lo podíamos escuchar perfectamente. Bajamos a hacer el check out y en vez de atendernos la camarera que hacía también funciones de recepción, nos atendió precisamente la segunda chica de limpieza ya mencionada y nos trató fatal, con malas caras y dando a entender que era muy tarde para salir y nos recogió la llave a regañadientes y encima no nos dijo ni adiós. La educación brilla por su ausencia, clarísimamente y eso es algo que me molestó muchísimo porque precisamente trabajo en el sector y sé cómo funcionan todas las cosas y los protocolos que tienen que seguir cada departamento y no me parecieron unas formas adecuadas para una atención al público correcta, por lo que dejó mucho que desear y para no volver a pisar. Hay que resaltar que además, las caras de los empleados (y no solo en el dpto de pisos sino en cocina también y alguno en sala) no eran precisamente las que tendrían que ser de cara al público, ya que llegamos y preguntamos si se podía cenar y de primeras, nos dijeron que tendrían que preguntar porque la cocina estaba cerrando ya y sin problema, lo aceptamos, obviamente somos del sector y todos tenemos vida pero al minuto, otro señor nos dijo que sí, nos ofreció el menú que había ese día y desde que nos tomó comanda hasta que estuvimos esperando para ello, podían haberlo sacado en tiempos rápidos y pues el servicio de ellos, dio lugar a que saliese uno de los cocineros y delante de nosotros que estábamos esperando en la barra a que nos tomasen la comanda, miró el reloj de pared que había allí, miró a la par al señor que dio el ok para que finalmente cenásemos y nos miró a nosotros, volvió a repetir la misma jugada y al ratín, sólo nos preguntó que si queríamos algo de brasas (para poder apagarlas o no) y le dijimos que no y seguimos esperando a que nos tomasen nota tiempo después. Por lo tanto, el chico de cocina también se molestó por todo ello, esperando a que el señor de sala le miras