Guest User
August 9, 2022
Una experiencia inolvidable. Hemos estado cinco días y hemos tenido ocasión de compartir nuestra estancia con los propietarios y con otras parejas. Nuestro más efusivo agradecimiento al trato recibido de Teresa y Paco, propietarios así como de José y de César, dos de sus hijos. Teresa dirige el hotel rural y nos ha hecho sentirnos como en nuestra casa. Es un encanto. Cuida todos los detalles y ha conseguido que nos sintiéramos muy muy cómodos. Paco, su marido, se encarga de la bodega. Tanto Paco como su hijo José viven con gran intensidad su vocación vitivinícola. Solo hay que escucharles un rato. Tuvimos ocasión de participar en una degustación de algunos de sus vinos y visitar su bodega. Fue muy interesante. Y los vinos albariños Komokabras riquísimos. El hotel rural dispone de seis habitaciones, una de ellas en la casa principal, el resto en casitas que rodean la casa principal. Dispone de mucho terreno con árboles que invitan a pasear y a descansar en cualquiera de los rincones que han preparado con mucho gusto. Y por si esto fuera poco dos Ríos cruzan la finca dando nombre al hotel. Esta muy cerca del pueblo de Pobra do Caramiñal.
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